Michoacán, tercer lugar nacional en secuestros

MORELIA, Mich., 29 de enero de 2014.- El coordinador de la recientemente creada Coordinación Nacional Antisecuestros, Renato Sales Heredia, inicia su gestión informando que por cada 10 secuestros en el país sólo uno se denuncia.

El crecimiento de ese ilícito ha sido exponencial en el país, y pidió no temer a las cifras pues advirtió que aún las más pesimistas pueden quedarse cortas ante la realidad de este ilícito que tanto lastima a la sociedad, dijo el funcionario.

No ofreció aún cifras, pero las que ofrece el Secretariado Técnico del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan una febril actividad delincuencial tanto en Michoacán como a nivel nacional que no han podido detener las estrategias de seguridad pública, y se han convertido en el principal crítico de la política anticrimen del presidente Enrique Peña Nieto.

En el rubro de secuestros, en 2013 las cifras se dispararon a nivel nacional en un 20.5 por ciento, al pasar de mil 407 al cierre de 2012 a mil 695 al concluir el año pasado, un nivel nunca antes visto en la historia criminal del país.

Pero si el repunte del secuestro a nivel nacional es notable, en Michoacán el fenómeno atribuido a la delincuencia organizada tuvo un crecimiento cuasi exponencial al pasar de 135 a 196 casos entre 2012 y 2013, cifra que equivale a un aumento de 45.19 por ciento en un solo año.

En Michoacán el secuestro también alcanzó su punto más elevado en la historia criminal de la entidad y, de hecho, los 196 casos reportados por el Secretariado Técnico en 2013, representan el 11.56 por ciento de todos los secuestros realizados a nivel nacional.

En términos de la numeralia criminal del 2013, Michoacán ocupó el tercer lugar en la industria del secuestro, pues sólo fue superado por los estados de Guerrero, con 207 casos y Tamaulipas con 211. En conjunto, en esas tres entidades se concentra más del 36 por ciento de los secuestros en el país.

En esas entidades, el secuestro, tradicionalmente reservado para las víctimas adineradas, se ha extendido hasta convertirse en un fenómeno que afecta toda la sociedad, incluso sus sectores más empobrecidos.