Poder y dinero
Temas como la transparencia, rendición de cuentas y un buen manejo de las finanzas públicas en Michoacán, parecen un cuento de nunca acabar.
Mientras la Cuenta Pública del 2011, el último año de la administración godoyista se mantiene vigente en la opinión pública ante el sospechosismo de presuntos malos manejos, advertidos alguna vez por el gobierno que encabeza Fausto Vallejo, a lo que hay que sumar la indignación colectiva; ahora los resultados de la auditoría al 2012, también darán mucho de qué hablar.
Para empezar, durante el primer año de la administración faustista, resulta que hubo un subejercicio superior a los mil 690 millones de pesos, cuando la necesidad de recursos es evidente.
En la búsqueda de ser austeros, que anunció el propio Vallejo Figueroa, para evitar que la deuda estatal siga creciendo, sorprende que el gasto en servicios personales haya aumentado de 2 mil 868 millones de pesos que se ejercieron en el 2011, a más de 25 790 millones de pesos el siguiente año, es decir, tuvo un incremento del casi 800 por ciento.
A estas observaciones de la Auditoría Superior de Michoacán, la secretaria de Finanzas, Marcela Figueroa, argumentó que el subejercicio se debe a que los recursos federales llegan tarde y lo referente a los gastos personales, tiene su explicación en el ámbito educativo y los pendientes que dejó la era Leonel Godoy.
Pero eso no es todo. El informe también revela que el primer año de la administración tricolor, suma 373 observaciones financieras y administrativas, mismas que todavía podría desvanecer el Ejecutivo estatal y por lo tanto, no se puede hablar aún de daño patrimonial o de deslindar responsabilidades.
Las Notas Financieras del documento le dan otra repasada a la era godoyista cuando advierte que más de 5 mil 600 millones de pesos de programas federales que se recibieron en el 2011, no se comprobaron ni ejercieron. Y otros 3 mil 902 millones de pesos, también provenientes de diversos programas federales, no fueron aplicados en los fines etiquetados, lo cual podría considerarse un daño patrimonial; lo mismo que más de mil millones de pesos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal.
Además, el auditor superior del Congreso estatal, José Luis López Salgado, señaló en sesión de trabajo con legisladores, que la Cuenta Pública del 2012 tiene errores de registro contable, pero más grave aún, es que no cubre los requisitos marcados por la Ley General de Contabilidad Gubernamental, lo que tendría que ser sujeto de una sanción penal; sin embargo y para fortuna del Ejecutivo estatal, la Federación otorgó una prórroga para que este apartado entre en vigor hasta el 2015. Mientras tanto, la deuda alcanza los 23 mil 968 millones de pesos.
Con estas observaciones, serán ahora los diputados locales quienes determinarán si dichos errores son suficientes para que no avalen la Cuenta Pública, la primera de la era Fausto Vallejo, como ya sucedió con la última de la era Leonel Godoy.
Sirva este recuento a grosso modo de la Cuenta Pública del 2012 para confirmar que las finanzas michoacanas asemejan mucho a un laberinto donde no ha habido autoridad o personaje capaz de darle claridad y sancionar a los irresponsables sobre los presuntos malos manejos.
Por el contrario, ahora que los perredistas tienen en sus manos semejante información y con auditor superior de su mismo color, se sentirán en posibilidades de alcanzar en definitiva la negociación que entierre de una vez por todas el tema.
Tal vez se retomará en las campañas electorales, pero será sólo discurso… Tal vez ya hasta habrán desayunado Fausto Vallejo y Leonel Godoy para concluir el tema y a lo más, habrá un par de sancionados de mediano perfil de ambas administraciones.
Lo cierto en todo este asunto, es que los únicos que siguen perdiendo son los ciudadanos de a pie, los que sí tendrán que pagar los platos rotos por los malos manejos financieros, por las deudas y por ende, por la ausencia de obra pública y desarrollo social.
Los políticos, ya en el poder, ya en la oposición, no se tocan, se desgarran las vestiduras para fijar posturas electoreras pero en la realidad lo que prevalece es el pacto, para que como en antaño las familias reales, la mayoría de los políticos encumbrados en el poder y/o la oposición, sigan viviendo del erario público, y bien, pero muy bien. Ojalá me equivoque.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.