Última llamada
Funcionario del IMSS, víctima externa de un conflicto interno.
Carlos Ramírez fue Subdelegado del IMSS en este puerto hasta el pasado miércoles cuando le notificaron su cese, lo concentraron a la capital del estado y lo bajaron de categoría en otro cargo.
Se convirtió en la primera víctima del pleito que persiste entre la alcaldesa y el síndico municipal. Se afirma que el ex funcionario del Seguro Social atizó el pleito en el Ayuntamiento haciendo creer al síndico que solo él podía representar a la autoridad ante el IMSS.
En apariencia la representación es poca cosa, pero es un tema legal, administrativo y de mucho fondo y contenido para las dos partes.
Es el caso que solo una persona puede tener el poder para la relación oficial con el Seguro Social. En ello va implícito las altas y bajas del personal al servicio del municipio, además de las cuotas obrero-patronales, incapacidades de todo tipo, los riesgos de trabajo y algunas más.
Pero el poder ante el IMSS no es el poder que solo el síndico puede delegar. Es el poder que propone el o la titular de la autoridad municipal y que aprueba el órgano de gobierno. Es decir, no es un poder para litigar en nombre de.., sino un poder administrativo para atender y desahogar asuntos administrativos que en eso estriba la relación Ayuntamiento-Seguro Social.
Tan así es que desde siempre en todas las administraciones, este asunto ha recaído en la Oficialía Mayor del municipio y nunca había habido problemas como ahora.
Este era solo una parte del choque entre el síndico y la alcaldesa que motivó incluso dos sesiones de Cabildo en el que ambos se dijeron muchas linduras. El órgano de gobierno ratificó que la Oficial Mayor tuviera el acceso y manejo de la calve Patronal que le corresponde al Municipio ante el IMSS.
Pero afirman que el ex Subdelegado del IMSS insistió que era el síndico el único representante y de ahí vino su caída. Aunque tres horas antes de su baja extendió el reconocimiento a la Oficial Mayor, pero ya era tarde para seguir en el cargo en el que ya estaba débil por los cambios que se vienen dando en el organismo.
Hasta ahí el efecto externo por estos desencuentros. Falta la reacción del señor Síndico Municipal que seguramente estará sintiendo que va perdiendo la batalla frente a la señora Presidenta Municipal.
La impresión muy personal de lo que va de este choque es que la alcaldesa aplicó una llave maestra que dejó sin aire y sin herramientas legales a su ex aliado Miguel Ángel Peraldí.
Este asunto ante el IMSS no termina con reconocer a la oficialía mayor como la parte oficial del municipio.
Y es que a la fecha la administración municipal enfrenta multas por varios cientos de miles de pesos a causa de que el IMSS no le reconocía altas y bajas de trabajadores.
Hubo bajas de la administración que seguían dados de alta en el IMSS y hubo altas en el gobierno que el Seguro Social no reconoció como tales, por citar solo algunos conflictos de entre varios más.
Se debiera dar cuenta a la sociedad qué consecuencias deja este problema a la administración y a cuánto asciende el monto de las multas por pagar y finalmente, que órgano de gobierno resuelva quién debe pagar esos montos porque no sería válido se cubran del erario público.
Por lo pronto, y hasta dónde va la cinta de esta película, la alcaldesa se apuntó buena nota a favor del orden interno que ojala sea bien entendido y los involucrados pasen del desorden al trabajo en equipo. HASTA LA VISTA.