Hablando en serio

“Yo la tengo más grande…”

Cual matón de barrio o borracho de cantina, escudado en las faldas de USA (La OTAN), Emmanuel Macron, Presidente de Francia, reta a Rusia presumiendo que sus bombas atómicas son más grandes.

Me tiene impresionado el nivel de estupidez de los supuestos “líderes” europeos, me explico: en tanto un grupo de militares alemanes se “dejan” grabar en conversaciones que versan sobre los misiles que van a enviar a Ucrania para atacar a Crimea y destruir el puente que le une con Rusia, Olaf Scholz, el Primer Ministro, declara (mentirosamente) que Alemania no quiere entrar en guerra con Rusia, mientras, le da asesoría, financiamiento y le manda armas a Zelenzky ¡Para matar rusos!… De manera paralela, los países de occidente, USA, Francia y la Unión Europea, con su brazo militar, La OTAN, de forma conjunta, a nivel global mandan un mensaje para infundir miedo en los ciudadanos de a pie, esos que como tú y yo, estimado lector, no decidimos pero, con nuestro trabajo y nuestros impuestos financiamos las guerras en dónde, son nuestros hijos los que mueren de forma idiota, en tanto los supuestos “líderes”, para lucirse, para enriquecerse, para tener sus 5 minutos de fama y para sentirse poderosos, mandan un mensaje que afirmo, es mentiroso, cito: “Si Rusia gana la guerra en Ucrania, Europa estará en peligro”… ¡Falso de toda falsedad!, diría mi nieto.

Empecemos por el principio y a riesgo de aburrirte, hagamos un poco de historia. El mejor negocio para Rusia no es atacar a Europa, el mejor negocio es tenerlos de clientes y venderles su gas y su petróleo, para eso invirtió millones de rublos, euros y dólares en construir conjuntamente con Alemania, dos gasoductos NordStream (nadie invierte millones con un supuesto enemigo), construyendo así una relación de ganar/ganar; Rusia gana al comerciar sus productos y Europa gana al tener energía barata que le hace competitivo ante el comercio global (chino y norteamericano <lo que no gustó a los gringos>); es así como Alemania, hoy en crisis por obedecer los intereses de los norteamericanos, se convirtió en la locomotora de Europa por la calidad de sus productos y su industria de punta, que se pudo desarrollar gracias al petróleo y al gas barato ruso que ya no tiene, porque misteriosamente los gasoductos fueron destruidos (por los gringos en mi opinión). Hoy, Alemania dejó de ser competitiva y está a punto de entrar en una crisis económica en la que, hasta sus plantas industriales están migrando en busca de lugares donde la manos de obra y la energía les permitan ser competitivos,… y si de “casualidad” el “Tío Sam” (USA) les ofrece incentivos fiscales al migrar a su territorio, pues se mudan a USA dejando a Alemania en una crisis económica y de desempleo sin precedentes en la que la víctima es el pueblo alemán, no la élite gobernante, drama que se repite en toda Europa, todo por meterse en una guerra que no debió existir, que no era suya, que sus pueblos no deseaban y que solo les va a dejar desempleo, pobreza y muerte… Por eso es de locos escuchar a Macron, presidente de Francia, a Úrsula von der Leyen, presidente de la Unión Europea, a Josep Borrel, alto representante de seguridad de la Unión Europea, a Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN y al viejecito Joe Biden, presidente de USA, con el acompañamiento cómplice del Primer ministro canadiense, Justin Trudeau, amenazar con el peligro que representa Rusia para todos, generando así un miedo vivencial en las poblaciones que les permitan, sin el rechazo ciudadano, entrar en conflicto para derrotar y desmembrar a Rusia y así poder repartirse sus riquezas (como lo hicieron en Libia, Irak y Siria o en la fallida invasión a Afganistán), al margen de la destrucción y las muertes asociadas que simplemente no les importan, como no le importan al inmoral presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, los cientos de miles de ucranianos muertos producto de su estulta obediencia a los designios de los intereses de “occidente”, que, en pago le han dado sus 5 minutos de fama y lo han hecho rico.

La historia nos enseña que una estrategia eficaz para obtener el apoyo del pueblo norteamericano (y de los pueblos en general) en guerras dónde nada tienen que hacer, es despertar el fervor patrio y el miedo a la supervivencia, como pasó en Irak, dónde los gringos mentirosamente inventaron la producción de armas de destrucción masiva (inexistentes), miedo que hoy pretenden obtener con mensajes y propaganda mentirosa, como la que afirmo está en marcha, provocando que los ataquen para victimizarse y culpar a Rusia, a Irán o a China, como sucedió con la invitación a Ucrania para unirse a la OTAN y como sucedió en Pearl Harbor, donde arrinconaron (presionaron) a los japoneses para dejarles como única opción la guerra, estrategia con la que logran que parezcan agresiones del enemigo lo que simplemente fueron y son provocaciones; hay una estrategia adicional en puerta, el llamado operativo de “Falsa Bandera” (Wikipedia: Una operación de bandera falsa es una operación encubierta llevada a cabo por gobiernos y/o organizaciones, diseñada para aparecer como si fueran llevadas a cabo por otras entidades.), como en mi opinión sucedió en la guerra de USA vs España, en dónde, opino, USA mintió para culpar a los españoles y así justificar la guerra, cito de elordenmundial.com: “Hoy se sabe que la explosión del acorazado Maine (1898) fue un accidente, pero Washington la usó en su momento como pretexto para declararle la guerra a España y ocupar Cuba. En solo tres meses, el Imperio español perdió sus últimas colonias y Estados Unidos aumentó su presencia en el Caribe.”

Concluyo, ante la estulticia de los líderes europeos, las estrategias maquiavélicas, manipuladoras y mentirosas de los gringos y la credulidad de los pueblos de occidente que como borregos funcionamos en base a la propaganda, el planeta, liderado por inmorales como Joe Biden y Macron y por inútiles como Pedro Sánchez, Justin Trudeau y Olaf Scholz, está en riesgo de tener la Tercera Guerra Mundial dónde las únicas voces cuerdas que escucho son las de Putin, el presidente ruso y Xi Jinping, el presidente chino, que advierten: No sean idiotas, no le jalen la cola al tigre… ¡Así de sencillo!

Un saludo y una reflexión:

Santiago Heyser Beltrán