Cientos de feligreses disfrutan de la Procesión del Silencio en la Madero

MORELIA, Mich., 29 de marzo de 2024.- Entre el sonido grave del tambor y el ruido desapacible que produce el tablero y las aldabas de la matraca, esta noche decenas de penitentes enfundados en sus sambenitos y capirotes, al mero estilo sevillano, se apoderaron de la avenida Madero para acompañar a la Virgen María que hoy está de luto.  

La ruidosa y siempre transitada calle Real se transformó en un callejón oscuro, invadido por un silencio sombrío y fúnebre, con apenas algunos susurros de los turistas curiosos al observar una manifestación de la religiosidad popular, de una tradición medieval tan arraigada, una de tantas tradiciones heredadas de colonizador. 

En la 48 edición de la Procesión del Silencio, la devoción de los locales y turistas se fundió en una sola. 

Las luces de las velas y el olor de la cera caliente embargaron la avenida, así como la vestimenta y luces moradas, signo del espíritu de la penitencia y esperanza del reencuentro con Jesús. 

A Mater Dolorosa la acompañaron en el cortejo fúnebre 19 cofradías y hermandades registradas ante el arzobispado, pero también creyentes y personas religiosas que se dieron cita en la banqueta de la avenida Madero, vestidos de negro, con sus velas, rosarios y la tristeza por la pasión y muerte de Jesús. 

El paso de los penitentes con sus capirotes blancos, rojos o morados sigue causando en los asistentes emociones, dudas y curiosidad, algunos siguen pensando en el ku klux klan estadounidense. Piensan en los texanos matando al pueblo afroamericano, olvidando que es una herencia medieval, inventada por personas de color. 

El uso del capirote y el sambenito fue impuesto por la Santa Inquisición a los condenados, un auto de fe y exposición en la comunidad. 

La forma cónica del capirote presume es el acercamiento del penitente o condenado con Dios, pero como otras manifestaciones de la cultura, cambia y puede ser apropiada por grupos de la sociedad. 

El uso de la vestimenta que actualmente se conoce, y que también identifica al ku klux klan estadounidense, es de origen sevillano, de acuerdo al historiador Manuel Jesús Roldan. 

En el Siglo 16, después de una peste que azotó a la ciudad y afectó notoriamente a los negros libertos, el obispo local los acogió y ayudó a mejorar su calidad de vida, en agradecimiento, la población afro tomó la vestimenta que un día fue de vergüenza y castigo como propia. 

“Hay que hacer pedagogía todos los años para explicarle al que viene que esto es una riqueza enorme de siglos”, declaró a la BBC Mundo el pasado jueves. 

Esa tradición de hermandades y cofradías españolas fue retomada en Michoacán hace casi 50 años y este viernes refrendaron su vocación al reunir a 19 asociaciones y 2 mil participantes.