Ausencia de juezas indígenas en Michoacán: desafío para la inclusión

MORELIA, Mich., 20 de enero de 2025.- La falta de juezas indígenas en Michoacán evidencia las barreras estructurales que persisten en el acceso a la justicia para los pueblos originarios y, en particular, para las mujeres indígenas.
Así lo expuso la abogada indígena, oriunda de Cherán, Alma Liliana Ramírez Ramos, quien señaló que actualmente no se tiene registro de ninguna mujer indígena que haya logrado un cargo como jueza o magistrada en el estado, lo que plantea interrogantes sobre las oportunidades reales de inclusión en el Poder Judicial.
En entrevista con Quadratín, refirió que la reciente reforma judicial representa una oportunidad para revertir esta situación, ya que podría abrir espacios que históricamente han estado fuera del alcance de las comunidades indígenas.
Ramírez Ramos, licenciada en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y maestra en Derecho Procesal Constitucional por el Centro de Estudios de Actualización en Derecho, es una de las mujeres indígenas que busca incidir en la transformación del sistema judicial.
Con más de una década de experiencia en el ámbito jurídico, ha trabajado en áreas como el derecho administrativo, la justicia electoral y los derechos humanos, con un enfoque particular en la inclusión y la justicia social.
Actualmente se desempeña como secretaria de Acuerdos en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, donde impulsa la resolución de conflictos administrativos desde una perspectiva de derechos humanos.
Su trayectoria incluye su paso por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), donde lideró estrategias innovadoras en la protección del consumidor en el contexto del comercio electrónico y la regulación sanitaria.
También coordinó la Clínica de Litigio Estratégico de Derechos Humanos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, consolidando criterios jurídicos paradigmáticos para la defensa de grupos vulnerables, como el acceso a la salud, la lucha contra la discriminación laboral y los matrimonios igualitarios.
Para Ramírez Ramos, la ausencia de juezas indígenas no puede atribuirse únicamente a la discriminación directa, sino también a la falta de oportunidades y a la escasa visibilidad de las mujeres indígenas en la carrera judicial.
La abogada señaló que es fundamental que tanto el Poder Judicial como la sociedad en su conjunto desarrollen una sensibilidad que permita reconocer y respaldar la participación de estas mujeres en la toma de decisiones judiciales.
A pesar de los desafíos, consideró que este proceso de selección, quenñ tendrá su momento culmen en junio de este año, es una oportunidad para que Michoacán comience a corregir esta deuda histórica.
Destacó la importancia de que las mujeres indígenas se postulen y participen en estos procesos, en espera de que las reformas pueden generar las condiciones adecuadas para una mayor inclusión en el sistema judicial.
Señaló que el reto es garantizar que los procedimientos de selección sean transparentes y justos, y que permitan la incorporación de perfiles diversos que representen la pluralidad cultural del país.
En opinión de Liliana, Michoacán enfrenta el desafío de construir un sistema judicial más inclusivo, donde las mujeres indígenas tengan un papel protagónico en la impartición de justicia, para contribuir a la resolución de conflictos de manera más cercana a las necesidades de sus comunidades