Reflexión dominical del Padre Pistolas

Domingo 12 de junio de 2022

Tres personas, siempre unidas

– Se fueron revelando poco a poco y lo ha hecho el hijo, que es el que se hizo hombre y lo comprendemos un poco más.

– Este misterio fue proclamado en el año 325 en el concilio de Nicea, la divinidad del Espíritu, se confirmó en 381 durante el primer concilio de Constantinopla, vayan, pues decía Cristo y discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.

San Agustín decía que “El misterio cristiano de la Trinidad es el misterio del amor divino” tú ves la Trinidad cuando ves el amor.

– San Pablo nos dice: El sufrimiento engendra la paciencia, la paciencia engendra la virtud sólida, la virtud sólida engendra la esperanza, y la esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor con nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos ha dado.

El cristianismo creció en el imperio romano que a su vez heredó los dioses griegos, estos eran guerreros como marte, sensuales como venus, borrachos como Baco, etc., y no se llevaban bien unos con otros.

– En cambio, el Dios trinario del cristianismo, tenía cada uno una tarea, pero siempre unidos, siempre amorosos, siempre misericordiosos, eternos, indivisibles, santos.

– Dios hizo al ser humano a su imagen, el espíritu del amor entre el padre y el hijo es el que nos guía, ilumina y alienta y quien nos va guiando hasta la verdad.

– Cuando los apóstoles comprendieron que Jesús era el señor, el hijo de Dios, enviado por el padre y cuando experimentaron la acción del espíritu santo dentro de sus corazones, comprendieron que el único Dios era el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

– La sabiduría es una cualidad divina que llega a todas las realidades creadas, por lo tanto, tiene un papel significativo en la creación, ya que goza de la compañía de Dios, ya sea como creatura o como ser creador.

– Todo tiene el origen en el padre, a través de Hijo y en el Espíritu Santo, que lo transmite a los discípulos para comprender plenamente que es Jesús.

– Jesús es la revelación plena y definitiva de Dios y el Espíritu Santo es quien encamina a los hombres hacia Dios.

– Un señor fue a comprarse un traje y se prueba un amarillo, se ve en el espejo y dice; si me pongo este traje, mi mujer no va a querer salir conmigo a ninguna parte; “me lo llevo”

Que Dios los bendiga.