Operación política al más alto nivel

Se han cumplido tres días de haberse dado a conocer una serie de propuestas o iniciativas para modificar el marco constitucional y, desde este momento, ya se cabildea el tema para encontrar coincidencias entre las distintas fuerzas. Para 18 puntos estratégicos, como norma legislativa, se requieren dos terceras partes de los votos del pleno, razón suficiente para ir apuntalando el cabildeo y la operación tras bambalinas. De hecho, uno de los principales protagonistas que públicamente han asumido ese rol, es el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal. Inclusive, eso lo manifestó en compañía de Claudia Sheinbaum, heredera del bastón de mando.

Para adentrarnos un poco en el tema, los matices del proyecto que envió el presidente López Obrador a San Lázaro, han sido calificados como indispensables y necesarios. El propio Ricardo Monreal, quien será pieza fundamental en la organización y puesta en marcha de las pláticas para llevar a cabo el análisis, se ha echado al hombro esa tarea. Nos cuentan que, en vísperas de que el rubro llegue al Senado de la República, Monreal ya está regulando y gestionando el tema con liderazgos de distintas fuerzas políticas. Ha empezado, de hecho, el intercambio de ideas para ir armando los mecanismos que, a la postre, serán relevantes para tomar decisiones.

Ricardo Monreal ha puesto los ojos en la operación política de los veinte puntos que envió el presidente López Obrador. Y no solamente los abrazó, sino que está decidido a dar el máximo para tener las mejores posibilidades y construir coincidencias. A través de estos cinco años, de hecho, Monreal nos ha demostrado que, con capacidad y pericia, se puede revertir cualquier paradigma. Como lo dijimos, el zacatecano ya prepara el terreno y las condiciones para que se aprueben cada uno de los puntos. Él, a propósito, ha destacado cada propuesta y, para ello, tiene todo el respaldo del presidente Obrador para poder alcanzar acuerdos políticos con las distintas fuerzas que integran el pleno.

Eso implica, claro está, mucho diálogo y consenso: herramienta infalible de Ricardo Monreal para sellar acuerdos al más alto nivel político. Él, fiel a su estilo, no cejará hasta encontrar una salida que influya positivamente para aprobar las veinte iniciativas que, en términos políticos, constituyen la coronación de la Cuarta Transformación en vísperas del final del sexenio. De esta manera, todos los procedimientos legislativos serán impulsados para conseguir el propósito principal. Por ello, recurrir al diálogo, audiencias, entrevistas y todo aquel contenido que alimente la importancia de cada rubro, fortalecerá la construcción de acuerdos.

Así, desde hace más de cinco años, nos hemos acostumbrado a esa ruta legislativa que, de entrada, tiene la libertad plena de analizar el contenido de la propuesta desde las comisiones correspondientes. Eso, ya lo dijo Ricardo Monreal, será la esencia de este esquema de iniciativas. Y como el paquete se ha robado la atención de la población civil, cada uno de los protagonistas— a detalle— ha ido explicando los alcances positivos que tendrá. Monreal, de hecho, ha ido analizando y desmenuzando la importancia y la necesidad de cada una de ellas.

Recordemos que, en su primera etapa como coordinador, logró que todas las reformas constitucionales fueran una realidad. Hoy, con esa premisa, Ricardo Monreal dará el máximo y, para ello, está trazando una operación política al más alto nivel. Monreal sabe tejer fino. Hay muchos ejemplos que, para el caso, nos llevan a concluir en lo fundamental que resulta la gestión del zacatecano. Por eso regresó al Senado y a la coordinación, específicamente para ser el estratega y guía de este paquete de iniciativas que, como se anticipa, llevará tiempo y dedicación, pues son más de 18 debates intensos. Por eso es crucial contar con un referente como el líder de la fracción mayoritaria. De hecho, las distintas fuerzas se han ido acostumbrando a ese funcionamiento o ruta que ha ido implementando Monreal. A todos, sin excepción alguna, los toma en cuenta para construir acuerdos. O sea, habrá flexibilidad para ir tomando decisiones.