Libre expresión/Carlos Monge

¿Los mismos vs los mismos?

“Son terribles en manos de los políticos de oficio, las masas ignorantes, que no saben ver tras la máscara de justicia del que explota sus resentimientos y pasiones”. José Martí (1853 – 1895). Político y escritor cubano.

Con la conformación de la coalición “Va por México” que integran PAN, PRD y PRI, así como otras organizaciones civiles, que buscarán evitar que Morena sea mayoría en la Cámara Baja del Congreso de la Unión, se confirma que la disputa electoral del 2021 será entre seguidores y detractores de Andrés Manuel López Obrador.

El enorme reto de semejante mezcolanza “ideológica”, es encontrar a los ciudadanos con una trayectoria suficientemente honorable, para que encabecen las candidaturas. Advierten que el objetivo es construir un mejor futuro, recuperar el crecimiento económico, el Estado de Derecho y el orden democrático, así como detener a un régimen que vive en el pasado, es intervencionista y autoritario.

Mientras tanto, el presidente de México, se manifestó orgulloso de la conformación de dicha alianza, argumentó que es un triunfo moral, porque los “conservadores” intentan detener el proceso de transformación que encabeza.

Sin el menor escrúpulo, pese a tantos años de criticar lo que ahora hace, López Obrador destinó buena parte de su mañanera para insultar a sus oponentes, el mismo que antes pedía que no intervinieran los presidentes en turno en los procesos electorales, ahora lo hace, incluso con mayor cinismo.

Fiel a su estilo, se llenó de halagos a sí mismo. Se dijo demócrata, luchador social, revolucionario, reformador y transformador. Se le veía pleno, con pose victoriosa, ufano, como si nadie recordara que lo mismo trabajo para el PRI como para el PRD, por citar sólo dos ejemplos.

El habitante de Palacio Nacional logró su objetivo. Se hizo realidad el Bloque Opositor Amplio (BOA), que imaginó e hizo público en una mañanera, en uso pleno de recursos públicos, al acusar que le llegó de manera anónima el documento que evidenciaba una estrategia para restarle poder a Morena en el 2021.

Este miércoles 23 de diciembre, López Obrador estaba evidentemente satisfecho. Ha provocado insistentemente la polarización del país, y todo indica, así serán los comicios del próximo año. Y claro, el rayo de la esperanza encabezará la propaganda política para procurar que Morena y sus aliados logren la mayoría de las diputaciones federales, con el cinismo y las contradicciones que ello implique.

Al final, para los ciudadanos sin partidos y ante las lamentables circunstancias en las que se encuentra el país, y luego de tener claro que los que gobiernan hoy son extraordinariamente parecidos a los que gobernaron antes, la decisión será difícil.

Considero que lo mejor que le puede pasar a los mexicanos sin partido, es que obliguemos a los que gobiernan y sus opositores, a que tengan que negociar y alcanzar acuerdos en la Cámara Federal de Diputados. Sería grave y lamentable que el partido de López Obrador logre la mayoría calificada.

Por lo pronto, los ciudadanos estamos obligados a recordar. Tanto Morena como esta alianza denominada “Va por México” están integrados y liderados por los mismos de siempre.

La mezcolanza de “conservadores” que acusa el presidente de México en el PAN, PRD y PRI, es la misma mescolanza de que está hecho Morena, empezando por el propio López Obrador. Así que los ciudadanos tenemos la enorme responsabilidad de elegir a los mejores o menos malos, y a la par, evitar que Morena o la oposición logren mayoría calificada. El reto es complicado.

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.