Última llamada
La estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador contra la delincuencia no está funcionando.
Demostrado está en lo que vemos a diario, desde las persecuciones a militares por civiles y la invasión de los delincuentes sin que el Ejército logre repeler ataques; todo esto demuestra que la estrategia de abrazos y no balazos no funciona.
Cada día la delincuencia toma mayor poder, y eso, eso afecta directamente a los ciudadanos y a la economía.