Política gourmet
“I Have a Dream…”
Con una intención clara de construir puentes de amistad con México, el embajador Christopher Landau se presentó en Twitter con la mano extendida.
El tuit del Señor Embajador Landau llamó mi atención, lo cito:
Embajador Christopher Landau, @USAmbMex, 6 de sept. 2019: “Felicito al equipo mexicano por su victoria 3-0 esta noche. ¡A ver si les ganamos la próxima! Los deportes unen.”
Reconocer el triunfo del contrario es un acto de madurez y generosidad, publicarlo, exhibe una intención clara para construir lazos de amistad. Le tomé la palabra y respondí: “Estimado Christopher, en basketball, baseball y fút americano USA lleva la batuta, son nuestras diferencias y capacidades las que pueden hacer fuerte a América del Norte ¡Bienvenido a México! Ojalá un día podamos conversar sobre: ¿Cómo sumar entre ambos países? Tengo propuestas.”
El Sr. Embajador tuvo la gentileza de leerlo y darle “like”, se agradece.
Hoy el mundo está confrontado, en ocasiones al grado de escucharse tambores de guerra: un general chino amenaza con hundir un portaviones de USA, un drón de USA derribado por iraníes, un barco con petróleo de Irán detenido por los ingleses, un barco inglés detenido por iraníes, la guerra en Siria, el conflicto venezolano en donde Rusia y China ponen un pie en Latinoamérica, Libia destrozada, Hong Kong en conflicto con China, Israelíes vs Árabes, Alemania negociando con los rusos el gasoducto Nord Stream y el abasto (dependencia) del energético, la Unión Europea coquetea con los chinos y su tecnología 5G, China aumenta inversiones en África y construye bases militares estratégicas en el mundo, China, Rusia y USA luchan en el terreno diplomático y económico por el control del Ártico y el paso del Noroeste, Trump anuncia inversión militar en estrategia espacial, Turquía (miembro de la OTAN) compra armas a Rusia, y como cereza del pastel, Alemania y Francia lideran una iniciativa para tener un ejército europeo, lo que reduciría a la OTAN a simple espectador y la influencia militar norteamericana en el mundo sería historia.
En ese contexto, la relación de los Estados Unidos con México, vecinos e históricamente amigos, se vuelve estratégica y un asunto de seguridad nacional para ambas naciones; pero ojo, esta debe ser una relación entre iguales basada en el respeto y la mutua ayuda, lo que no está sucediendo, por lo que la relación entre ambos países hoy no pasa por su mejor momento.
Al margen del discurso diplomático y de los intereses personales, políticos y económicos del gobierno mexicano y de sus gobernantes, el pueblo de México no ve con buenos ojos las amenazas, un día sí y otro también, de nuevos aranceles, también incomodan el rompimiento de acuerdos de forma unilateral, la venta de armas al crimen organizado mexicano y la presión, que llega a la ignominia, respecto a la política mexicana de inmigrantes; mientras, el gobierno mexicano coquetea con las inversiones chinas, está a punto de autorizar visas de trabajo para cientos de trabajadores chinos (lo que afecta al trabajador mexicano y a USA) y construye puentes con Rusia, a la par que su actitud respecto al desgobierno de Venezuela, es por decir lo menos, complaciente.
Es por ello que me congratulo y valoro la actitud y la intención del Sr. Embajador Christopher Landau de tender puentes, con el pueblo de México, en un asunto tan simbólico como el fútbol. Es en esta línea que mencioné tener propuestas cuyo objetivo sería reconstruir los lazos de amistad y mutua colaboración, no solo con el gobierno, sino directamente con el pueblo de México a través de proyectos conjuntos que tengan como objetivo el desarrollo social, el combate a la inseguridad con desarrollo económico y tecnológico y el desarrollo humano mediante la educación, la capacitación y el acompañamiento; lazos de amistad que en automático se extenderían a la población de mexicanos que viven en USA.
No inventemos el hilo negro, aprendamos de la historia, cito de Wikipedia: “La Alianza para el Progreso (Alliance for Progress) fue un programa de ayuda económica, política y social de USA para América Latina efectuado entre 1961 y 1970. Su origen está en la propuesta oficial del presidente John F. Kennedy…
La Alianza para el Progreso duraría 10 años. Se proyectó una inversión de 20.000 millones de dólares. Sus fuentes serían de los EE.UU. por medio de sus agencias de ayuda, las agencias financieras multilaterales (BID y otros) y el sector privado canalizados a través de la Fundación Panamericana de Desarrollo.”
I have a dream… Tengo un sueño: empatar el interés de los Estados Unidos de Norteamérica con el interés del pueblo de México con propuestas prácticas para combatir los problemas que nos aquejan y así forjar una alianza que, fincada en la amistad, beneficie y una a ambas naciones para enfrentar exitosamente las complicaciones y retos que presenta el entorno mundial, ojalá el embajador Landau se interese en escuchar… ¡Así de sencillo!