Roberta: madre muy padre; 2 roles complicados pero con amor

MORELIA, Mich., 18 de junio de 2023.- Roberta no quiere que su nombre real salga a la luz, así que solo dice llamarse así, Roberta. Ella tiene dos hijos producto de un matrimonio de allá por el 93, y prácticamente durante toda la vida de ellos, Roberta ha sido padre y madre.

El que fue su marido ya no regresó “ni por el cambio”, dice un tanto burlona y algo molesta. El hombre llamado Ricardo se fue a Estados Unidos para darle una mejor vida a su familia, pero lo que hizo fue desentenderse.

“Mira, yo a estas alturas ya no estoy para entender a nadie, y menos a un vaquetón”, señala con respecto a la razón por la cual ya no regresó Ricardo. Lo último que supo, y fue por su hija, es que el hombre había hecho otra familia allá, “qué chingón este cabrón, y todavía quería recuperar a sus hijos hace cinco años, después de que se olvidó de ellos por tanto tiempo”, cuenta.

Todo esto sale porque a ella le celebran el Día de la Madre y del Padre desde hace mucho tiempo, lo cual, expone, le parece justo si ella sola los sacó adelante, los amó, los cuidó, los abrazó, los protegió y les dio una educación hasta la universidad. Sus hijos están muy conscientes de ello y la celebran en ambas fechas.

Este hombre, narra, se fue en el 96 cuando recién nació Alberto, su hijo menor. Alicia, la mayor, nació en medio de la crisis del 94, “cuando se fue del gobierno Salinas de Gortari y dejó un desmadre en el país con su ‘error de diciembre”, recuerda. Las cosas estaban mal y dos años después, cuando Alberto tenía unos meses de nacido, Ricardo la convenció de que irse a trabajar a los Estados Unidos era lo mejor.

La idea era más o menos así: irse él de ‘mojado’, abrir camino y llevarse a la familia. Todo medio funcionó por un año aproximadamente, señala Roberta, porque aunque este hombre no tenía muchos estudios ni hablaba inglés, sabía mucho de carpintería, electricidad y plomería, lo que le ayudó a establecerse rápido.

Pasado ese año, cambió la ‘cantaleta’, que ya no era llevarse a la familia sino hincharse de dinero y regresar. Sí envió algo de dinero durante ese tiempo, reconoce, pero después dejó de hacerlo y comunicarse con él cada vez fue más difícil.

Así se fue perdiendo, “hubiera pensado que algo le había pasado de no ser por un conocido en común que vive allá, y que me dijo que lo veía seguido”, expone y señala que le fue ‘cayendo el 20’ de que ya no iba a regresar, y así fue.

“Alberto ni lo conoce”, expresa Roberta, y Alicia sí se reunió con él hace cinco años, “la chamaca sí quiso conocerlo, la verdad no sé si le preguntó el porqué ya no regresó. Pero mi hijo ni en pintura lo quiere”, asegura, “porque además yo nunca les hablé mal de su padre, ellos mismos se fueron dando cuenta, y a Alberto le molestó aún más saber que allá se juntó con otra mexicana o guatemalteca, sabe, y tiene otros dos hijos que sí cuida, según”.

Ahora le molesta un poco que en las redes sociales, a las mamás que también le celebran el Día del Padre las critican, porque encima de tener que haber sacado a sus hijos solas, tienen que aguantar esos comentarios, “pues que se chinguen, así es, y cada vez es más común, hay mucho desobligado y cínico”, refiere.