Autopista Siglo 21, un panteón para automovilistas

MORELIA, Mich., 15 de abril de 2018. – En 167.6 kilómetros de carretera Federal que corre de Morelia a Cuatro Caminos, más de 80 cruces dan testimonio de la muerte de un número indeterminado de personas, víctimas de la imprudencia al volante, o porque la autopista Siglo 21., fue elegido como panteón por homicidas.

El número de cruces no representan en modo alguno el número de decesos, algunas son por famila, además de que está costumbre es estrictamente católica, asumir que todos los muertos registrados están representados por una cruz sería un error.

Estos monumentos a la muerte, el recordatorio de que ahí alguien exhaló su último aliento, aparecen en las orillas de la carretera, en los puentes y en los camellones, especialmente en el tramo que va de Uruapilla a Tiripetío, en Morelia; del Carmen a Rancho de Álvarez, en Huiramba; y el tramo que va de la desviación de Pátzcuaro a la caseta de Zirahuen.

La autopista Siglo 21, conocida en entre los policías como La carretera de la muerte, ha sido escenario de accidentes que ha cobrado la vida casi instantáneamente de hasta cinco personas al mismo tiempo, incluso más. En las vacaciones de Semana Santa del 2016, en el tramo Feliciano – Las Cañas, del lado de Guerrero, 28 murieron en una explosión.

Y es que con todo y sus tramos sin baches, topes y pocas curvas cerradas, la gente sigo accidentandose. En un recorrido convencional se puede observar el alto número de usuarios, la constante necesidad de rebasar de los automovilistas, como de los tralileros.

Además, estos altares de la muerte también son prueba de los homicidios dolosos, porque si bien ahí no están ya sus cuerpos, cada cruz fue puesta por una madre, o un hermano, que levantaron de ahí lo que quedó de su ser amado.