MORELIA, Mich., 30 de abril de 2015.- Como una revancha personal, justificó el auditor superior de Michoacán, José Luis López Salgado los recientes señalamientos del integrante del Centro Michoacano de Evalución (Cemide), Jesús Alva Aguilar respecto a presuntas omisiones del órgano fiscalizador sobre la situación financiera de la entidad.

En entrevista, el titular de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM), señaló que años atrás hubo diferencias con Alva Aguilar a raíz de observaciones al fideicomiso mediante el cual se pretendía asignar de manera directa la contratación de una obra entre el Libramiento de Morelia y las vías del tren, al argumentar que era un fondo privado derivado de la donación de 96 millones de pesos por la empresa Kansas City.

Sin embargo, explicó que en ese entonces el órgano fiscalizador determinó que el fideicomiso era público al también recibir recursos del ayuntamiento capitalino, lo que inconformó al miembro del Cemide en cuestión.

Por tal motivo, José Luis López consideró que el origen de los cuestionamientos contra su persona es dicho problema que fue observador por la Auditoría Superior de Michoacán.

Mientras tanto, negó que Michoacán se encuentre en un quiebre financiero como lo han declarado los integrantes del Cemide, e incluso el mismo secretario de Finanzas y Administración, Miguel López Miranda, ya que es sólo una opinión financiera de algunos técnicos profesionales de Contaduría Pública.

El titular del órgano fiscalizador reconoció que sería ingenuo creer que ha habido desfalcos financieros en la administración pública, sin embargo insistió en que la ASM todavía lleva a cabo procedimientos de aclaración de una importante cantidad de observaciones realizadas al ejercicio de los recursos públicos desde el 2011, por lo que hasta el momento, no ha habido ex funcionarios sancionados.

En este sentido, aclaró que Michoacán enfrenta un déficit financiero entre los 5 o 6 mil millones de pesos al año, causado principalmente a raíz de la descentralización de los sectores de educación y salud en 1992, más no significa que la entidad se encuentra en una quiebra financiera.

“Ha habido irresponsabilidad en las administraciones al no ajustarse el cinturón, además de que no ha habido voluntad para agarrar al toro por los cuernos, la cuestión es simple: no gastar más de lo que se tiene” puntualizó el auditor superior.

Así mismo precisó que actualmente el gobierno del estado enfrenta una deuda de 10 mil millones de pesos a prestadores de servicio, además de 7 mil millones de pesos en inversiones y cuentas bancarias; y que es decisión del gobierno pagar y lograr un equilibrio sólido en las finanzas.

Finalmente, José Luis López señaló que los niveles de endeudamiento de Michoacán, no sólo han sido responsabilidad del Poder Ejecutivo, sino también del Congreso local que los ha autorizado.