A proceso presunto responsable del feminicidio de su pareja en Pátzcuaro
MORELIA, Mich., 2 de noviembre de 2020.- La élite intelectual no está apartada de la violencia de género en las instituciones educativas y aunque lamentable es evidente que la violencia de género está presente en espacios donde deberían imperar los valores humanos, la cultura, el humanismo, la ética, la libertad y la igualdad, valores que se ven constantemente opacados por casos en donde prevalece el abuso de poder combinado de un velo de impunidad y de indiferencia institucional.
Esta realidad ha salido a la luz pública gracias al activismo de los movimientos feministas que han visibilizado a través de las redes sociales, las manifestaciones y la instalación de tendederos, como medio de expresión y denuncia contra los agresores, así como la ausencia de instancias y protocolos que atiendan los diferentes tipos y casos de violencia que se presentan en la comunidad universitaria y en las instituciones del nivel medio superior, afirmó la presidente de la Comisión de Igualdad Sustantiva del Congreso del Estado, Lucila Martínez.
Sin embargo, señaló que la respuesta de las instituciones educativas a este clamor de las mujeres por la igualdad y la justicia ha sido inconsistente y se ha quedado, muchas veces, en el mero discurso ya que no todas las universidades han mostrado un compromiso real con la igualdad de género, ni han dado pasos decisivos para desterrar las prácticas arraigadas que perpetúan la discriminación y la violencia, por el contrario, en algunas instituciones hay una resistencia a reconocer la existencia del fenómeno y a abordarlo en forma integral.
La legisladora considera que la violencia sexual y de género en los contextos escolares, como en casi todos los espacios de la vida social, tiene una condición estructural, sustentada en los estereotipos de género y en las relaciones de poder asimétricas entre hombres y mujeres que imperan en la organización académica.
“Este tipo de conductas nos obligan a revisar y actualizar nuestro marco normativo, con el propósito de prevenirlas y erradicarlas; evitar que lleguen a constituirse en delitos de mayor gravedad como la violación o el feminicidio y, a buscar respuestas integrales y funcionales que destierren las prácticas sexistas, lo cual exige la incorporación transversal de una perspectiva de género en todos los procesos institucionales”.
En este sentido, dijo que la implementación de protocolos y el establecimiento de mecanismos de investigación y sanción eficaces, resulta indispensable para atacar los factores que obstaculizan la denuncia y que orillan a las mujeres a guardar silencio, además de que tales esfuerzos deben ir acompañados de políticas más amplias de prevención y capacitación que promuevan un entorno respetuoso, seguro e igualitario entre todos los miembros de la comunidad.
Es por ello que en la sesión del próximo martes presentará una iniciativa de ley para establecer la obligación legal para que las instituciones de educación media superior y superior, constituyan unidades de género dentro de su estructura orgánica, como una acción eficaz para prevenir, atender, sancionar y erradicar los casos de violencia por razones de género.
Actualmente solo la Escuela Nacional de Estudios Superiores, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México, Unidad Morelia cuenta con una unidad como las que propone la diputada Martínez.