Purgan pena 643 personas con discapacidad psicosocial en cárceles

MORELIA, Mich., de diciembre de 2020. – A partir de la entrada en vigor del nuevo sistema de justicia penal, en Colima, Guanajuato, Guerrero y Querétaro 643 personas con una discapacidad psicosocial o trastorno mental fueron ingresados a un centro de reinserción social.  

Las cifras oficiales de las respectivas áreas responsables de coordinar las prisiones revelaron a través de la Plataforma Nacional de Transparencia que son 154 los que están vinculados a proceso y 489 purgan sentencia en “áreas” o “pabellones” separados de la población. 

Los diversos centros de internamiento han resuelto la demanda de los organos jurisdiccionales con personal propio, psicólogo o psiquiatra, o a través de los hospitales de psiquiatría de sus entidades, cuando las personas entran en crisis y se precisa medicamento controlado. 

Los padecimientos de las personas privadas  de la libertad registrados son ansiedad generalizada, esquizofrenia, deseos suicidas, psicosis delirante, discapacidad o retraso intelectual,alucinaciones secundarias por haber consumido alguna sustancia considerada droga y trastorno límite de la personalidad, trastorno antisocial, entre otros. 

Los cargos imputados a las personas con un padecimiento psiquiátrico registrados por las dependencias homólogas, antes señaladas, son delitos contra la libertad sexual, secuestro, violencia familiar, robo, homicidio, lesiones simples y “ataque peligroso”, siendo la mayoría de las personas prisioneras hombres con un alto porcentaje de abandono. 

En Guanajuato, una de las entidades con mayor población interna, ha reportado que 110 de sus 350 internos los han abandonado sus familiares; en Guerrero 71 quedaron sin redes de apoyo ni visitas; Querétaro es la que menos casos tiene, 10, según información proporcionada a través de transparencia. 

En contraste con el elevado número de personas privadas de la libertad que viven en abandono, existe una cifra mínima de individuos que vieron reintegrados sus derechos a la autodeterminación en el último lustro, siete en Querétaro, el resto está a la espera.