MORELIA, Mich., 17 de septiembre de 2020.- Prepararse es lo que se necesita para poder pasar de ser cocinera tradicional a una maestra cocinera, explica Rosario Vera a Quadratín. Ser maestra cocinera abre más escenarios, permite llevar aún más lejos la cocina tradicional, como ha pasado con muchas representantes, que incluso le han cocinado al Papa.

“Ya con las compañeras que han ido nos sentimos muy orgullosas, porque son parte de la asociación y nosotras estamos muy felices de que sea así”, expone Rosario y cuenta que algunas cocineras michoacanas han ido a África.

“Han ido grupos de cocineras que son las maestras cocineras, porque nosotros nada más somos cocineras”, dice. Han ido a otros países, en caso de Benedicta Alejo, cocinera originaria de San Lorenzo, Uruapan, quien fue a cocinarle al Papa Benedicto y eso les hace sentirse orgullosas; “me da tanto orgullo que son muy nobles y muy sencillas, y ojalá y así siga todo el tiempo, para que esto también siga adelante, esta asociación”, expone y asegura que en Michoacán se tiene de todo y en todas las regiones.

Se necesita prepararse, reitera; “porque yo no puedo dar una receta como me la han pedido, que me dicen: ‘dime en cantidades, cuántos gramos, cuántos litros’ y es lo que la mayoría de nosotras no sabemos, nuestra medida está en la mano, de pizca de un puño y ése ha sido un problema”, manifiesta.

Rosario cuenta que hay maestras cocineras que han ido ya al colegio culinario o a otras escuelas de gastronomía, y se han ido preparado, “se han certificado y nosotras no, necesitamos, creo que de más tiempo…yo creo que de cocinar, lo que me digan que les cocine yo les cocino”.

Se necesita de tiempo, dice otra vez, “tiempo para seguirse preparando como ellas que ya tienen su certificación, porque han tenido seminarios y otros cursos, y nosotras, pues sí estamos yendo pero sólo a las capacitaciones que nos dan en Pátzcuaro y en Tzintzuntzan, que son cursos de dos o tres días, y muy buenos, pero aquí en Morelia no los hay”, expone, por lo que tiene que trasladarse hasta allá para tomarlos.

Asegura que se está preparando para seguir y poder ir a otros países a mostrar la comida michoacana, “algún día primeramente Dios vamos a ir”, expresa sonriendo.