Humaniza la violencia Everardo González en Una jauría llamada Ernesto

MORELIA, Mich., 7 de noviembre de 2023.- La película Una jauría llamada Ernesto, tiene una particularidad: utiliza un sistema de cámara que graba desde atrás de quien la lleva, lo que hace involucrar más al espectador e incluso humanizar el fenómeno de la violencia.

A través de este sistema de cámara tipo escorpión diseñada por expertos, quienes aparecen a cuadro, que son jóvenes adolescentes que recluta el crimen organizado, siempre están mostrando parte de la espalda y la nuca sin que se les vea el rostro. El sistema también protege bajo el anonimato a quienes aparecen frente a la cámara.

En una entrevista con Quadratín, su director Everardo González, contó que aunque pudo utilizar otro tipo de cámaras como las que usan los policías o grupos militares en los cascos, decidió implementar un sistema que generara un involucramiento del espectador al momento de ver la película.

“Algo que ha abonado la apología del crimen es hacernos sentir que lo que vemos es solamente una película, que ocurre en otras latitudes, que le ocurre a otros”, externó.

Contó que recientemente había visto con las inmersiones de la infantería israelí en Gaza, que los militares se colocaban las cámaras en el casco lo cual permite que los centros de comando dirijan las batallas y este centro de comando toma decisiones a partir de lo que está viendo en primera persona desde sus soldados”, manifestó 

Este fenómeno de la guerra a distancia genera una barrera muy loca, externó, la cual deshumaniza el ejercicio de la violencia, “es como bombardear a un país entero viendo una pantalla en televisión, así son las nuevas guerras. Hoy los comandos son básicamente controlados a remoto, porque hay alguien con una cámara que te va mostrando, y genera un filtro que nos ha deshumanizado y ha provocado indolencia, y eso sumado al entretenimiento de lo violento pues tiene un país como el que tenemos nosotros y una sociedad como la que tenemos el día de hoy, en donde profundizar las causas es más complejo de lo que yo veo que está ocurriendo”.