Gazpacho moreliano, un refrescante manjar que seduce a turistas

MORELIA, Mich., 20 de diciembre de 2019.- El gazpacho moreliano continúa siendo un imán culinario para los turistas que visitan la capital del estado. Es, sin duda, uno de los símbolos gastronómicos de la ciudad, aunque no forme parte de su cocina tradicional, siendo resultado de la simbiosis cultural del pasado colonial de la antigua Valladolid.

Turistas provenientes de diferentes estados de la República se deleitan con el manjar moreliano: “es sorprendente cómo una extraña combinación de ingredientes resulta tan deliciosa”, comenta Flora M., quien visita por primera vez esta ciudad desde Tampico, Tamaulipas.

Pese a que es un alimento que se apetece más en época de calor, los turistas también lo disfrutan en temporada de frío, como Lourdes Villa, una joven estudiante que realiza una estancia académica en la UMNSN, quien refiere que el gazpacho “es una combinación fresca y perfecta para satisfacer el paladar”

En tanto, Pedro J., una persona de la tercera edad proveniente de la Ciudad de México, señala que no existe “un momento más placentero que disfrutar de la belleza de la Catedral de Morelia al mismo tiempo que se come un gazpacho”.

La refrescante mezcla puede variar, aunque los ingredientes primordiales son piña, jícama y mango cortados en cubos, queso cotija rallado, jugo de limón, cebolla y chile verde picado, jugo de naranja, chile en polvo, un toque de vinagre y sal.

Aunque ya hay diferentes versiones del gazpacho “original”, algunos incluyen otras frutas, como sandía o trozos de naranja, y los adornan con cilantro, cebolla y salsa local.

El gazpacho es originario de España, de la región andaluz. “Para los españoles que habitaban la antigua Valladolid, el gazpacho era una sopa fría, o más apropiadamente una ensalada batida con ingredientes como el aceite de oliva, vinagre, agua y otros aditamentos como almendras u hortalizas crudas, generalmente tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo”.

Otras versiones indican que dicho alimento, tal y como se prepara actualmente, tiene su origen a finales de la década de los 60, del siglo pasado,cuando un vendedor de fruta del Bosque Cuauhtémoc se le ocurrió realizar la sui géneris combinación de ingredientes, “en busca de aliviar una cruda”.