MORELIA, Mich., 23 de agosto de 2017.- Pese a que las empresas medianas en México se han posicionado como las principales solicitantes de crédito y financiamiento en el país, son asimismo las que experimentan mayor proporción de rechazo de sus peticiones, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin), correspondiente a 2015.
La Enafin, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), exponen que el 40.1 por ciento de las empresas mexicanas ha solicitado o tenido financiamiento desde que iniciaron operaciones; de este universo, el 67.7 por ciento se conforma por empresas medianas, con lo que el sector se constituye como el principal requirente de estos servicios en el país.
Siguen a las empresas medianas las empresas grandes, con un 54.1 por ciento de participación; las pequeñas, con el 44.4 por ciento, y las microempresas, con el 32.6 por ciento.
Solo en 2014, último año para el que se dispone de estos datos, el 27.6 por ciento de las unidades económicas solicitó crédito; de éstas, el 53 por ciento fue integrado por empresas medianas, seguidas por empresas 41.8 por ciento; empresas pequeñas, 30.3 por ciento, y microempresas, 21.5 por ciento.
No obstante, las empresas medianas reportan los mayores indicadores de rechazo, con solo el 86.7 por ciento de sus peticiones de crédito aprobadas, mientras que las empresas grandes lograron un 96.5 por ciento de aceptación; las microempresas alcanzaron un 92.3 por ciento, y las empresas pequeñas ostentaron un 89.9 por ciento.
Para las microempresas, el principal factor de rechazo de solicitudes de crédito fue un mal historial crediticio, en el 27.9 por ciento de los eventos; las empresas pequeñas reportaron que hasta en el 22.2 por ciento el otorgante de crédito omitió el motivo de la no aprobación; las empresas medianas enfrentaron en un 26.1 por ciento documentación insuficiente, en tanto que para el 21.6 por ciento de las grandes empresas el sobreendeudamiento fue el más recurrente factor de rechazo.
El sector privado recurrió, según la Enafin 2015, en un 76.5 por ciento a la banca comercial como proveedor de crédito, lo que le ubicó como la primera opción de fuente de financiamiento y la más utilizada por el gremio, seguida por proveedores, en un 31.7 por ciento, familiares y amigos, en un 8.7 por ciento; instituciones financieras no bancarias, como cajas de ahorro y cooperativas, en un 5.8 por ciento, y otros, en un 3.9 por ciento.