Mariana Fraga, arte colorido con mensajes positivos
MORELIA, Mich., 10 de mayo de 2019.- Parecía ya tenía asignado su destino, pero nadie le arrebató la esperanza y el sueño de conquistar la pantalla grande, en nada más y nada menos que Hollywood. La michoacana Elpidia Carrillo es el más claro ejemplo de la superación personal. Nació en un pueblo rodeado de marginación y pobreza, pero hoy es parte de la industria cinematográfica de Estados Unidos.
Parácuaro, el mismo pueblo que vio nacer al cantautor Juan Gabriel en 1950, once años después fue la cuna de la prestigiada actriz, que hasta ahora cuenta con una filmografía de 35 proyectos que la han llevado a conquistar festivales internacionales, y acariciar los premios Bafta, Ariel, Alma y los Globos de Oro.
Poco se habla de ella, pero hace casi cuatro décadas pisó por primera vez los estudios anglosajones para compartir créditos al lado de celebridades de la talla de Jack Nicholson y Harvey Keitel, en donde fue coprotagonista en The Border del ganador del Óscar, Tony Richardson. A partir de ahí, su carrera fue en ascenso.
Ha trabajado al lado de directores de la talla de Guillermo del Toro, Oliver Stone, Roger Spottiswoode, Tony Richardson, Ken Loach y Rodrigo García Barcha, entre otros, y ha destacado por sus actuaciones en las películas El Salvador, Predator, My Family, The Brave, De tripas, corazón, Un embujo, La otra conquista, Un día sin mexicanos, entre otras.
En Estados Unidos ha logrado un amplio reconocimiento y sigue activa en la industria, aunque en su tierra natal y en México son esporádicas sus menciones, excepto cuando lleva a cabo actividades altruistas como el Festival Internacional de Cine sin Cines, que cumplirá cuatro años y que tiene el propósito de acercar las artes a zonas golpeadas por la pobreza.
Elpidia Carrillo tiene raíces purépechas, indígenas, y se asume como tal. No lo niega, por el contrario, lo presume, sin embargo, los reflectores no tomaban en cuenta lo que ahora llevó al estrellato a Yalitza Aparicio, protagonista de la película Roma del mexicano Alfonso Cuarón. Ella cada año vuelve a su tierra y se manifiesta orgullosamente michoacana.
A los 25 años, Elpidia Carrillo ya tenía consolidada su carrera y así lo afirma a sus 58. Los críticos desde entonces ya la colocaban en una plataforma envidiable, sin embargo, su carrera apenas despuntaba. My Familiy, en donde apareció con el papel de Isabel Magaña, refugiada salvadoreña casada con el personaje de Jimmy Smits, le abrió las puertas para otros papeles, como el que tuvo al lado de Johnny Depp, en donde trabajó en la controvertida The Brave. Fue a Francia nominada en 1997 a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Si bien es cierto que su carrera ha sido discreta mediáticamente, su último proyecto es una serie de televisión de drama musical estadounidense, Nashville, creado por la ganadora del premio de la Academia, Callie Khouri y producido por R.J. Cutler, que recientemente salió al aire.
Carrillo ha sido poco reconocido en México y en Michoacán. Fue homenajeada en el Festival de Feratum, y recibió la presea José Tocavén Lavín que otorga La Voz de Michoacán. Después de eso, poco más se le ha reconocido a la actriz, que con precariedades y desventajas sociales logró romper la barrera del cine anglosajón en donde hoy es una estrella con sello purépecha.
Pronto se darán detalles de la cuarta edición del Festival Internacional de Cine sin Cines de Michoacán y a dónde llegará, que arrancará el 28 de mayo y culminará el primero de junio.