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MORELIA, Mich., 3 de febrero de 2018.- Mientras la Junta de Caminos de Michoacán trabaja a un tercio de su capacidad, los ayuntamientos hacen caminos al doble de lo que cuestan y que no cumplen con los estándares de calidad, por falta de convenios que permitan optimizar los escasos recursos disponibles, afirmó el director de la Junta, Alberto Cortés Arias.
Los ayuntamientos tienen otro fin, pero los legisladores les están bajando recursos para ejecutar obras carreteras que se adjudican a empresas constructoras que por un millón de pesos les hacen un kilómetro porque tienen que rentar maquinaria, contratar personal y dejan la carretera con una delgada capa de asfalto que a la vuelta de un año ya no sirve, señaló.
“Si lo hace la Junta de Caminos, con nuestra administración, con nuestro personal y nuestra maquinaria vamos a avanzar dos kilómetros, ahí está la ventaja de que lo hagamos nosotros… porque ese es el fin y el espíritu de la Junta y los camineros tenemos la experiencia porque a eso nos dedicamos”.
Sin embargo, de los 380 empleados que tiene la Junta de Caminos entre 100 y 150 no se aprovechan al 100 por ciento y tampoco se aprovecha la maquinaria y equipo con que cuenta a toda su capacidad ya que se han hecho trabajos por 2 mil 500 millones de pesos y en 2017 únicamente ejecutaron obras por 540 millones de pesos, lo que significa que están trabajando a un tercio de su capacidad, indicó el funcionario.
Lo peor es que a los camineros se les paga su salario -la nómina es de 125 millones de pesos- hagan o no caminos ya que de los 380, 350 son sindicalizados y por eso la importancia de hacer convenios con los ayuntamientos para aprovechar esa capacidad con la que cuenta el estado y los municipios se ven beneficiados con los recursos que les llegan.
Como de lo que se trata es de ponerse a trabajar, los convenios son de lo más atractivo para los ayuntamientos ya que la Junta de Caminos pone la maquinaria y equipo, a los operadores y se hacen cargo de la construcción y los presidentes municipales proveen el material pétreo y el asfalto y se hacen cargo de darles alojamiento y alimentos a los operadores.
De esa manera los recursos disponibles para carreteras tanto del estado como de los municipios serían bien aprovechados y con la garantía de que cumplen con la normatividad, indicó el funcionario en entrevista con Quadratín, en la que dejó ver cierta desesperación por no poder trabajar al 100 por ciento ya que para ello necesita recursos que no hay.
Por lo pronto, dijo que están en pláticas con los ayuntamientos de Indaparapeo, Churintzio Lagunillas y Coalcomán, aunque desafortunadamente ya van de salida y ese es uno de los principales problemas porque los periodos de gobierno municipales son muy cortos y en el primer año los presidentes municipales no “saben mover el abanico”, al segundo ya saben cómo gestionar y dónde solicitar ayuda y cuando ya aprendieron ya se les fue el tiempo.
Desde su punto de vista, el Centro Estatal para el Desarrollo Municipal que tiene la coordinación de los ayuntamientos podría ayudar a informar a los presidentes municipales de lo que pueden hacer en colaboración con la Junta de Caminos.
Esa dependencia tiene tres centros de trabajo llamados residencias de conservación, una en Morelia, la segunda en Puruándiro y la tercera en Peribán, que son consideradas por Cortés Arias como tres grandes constructoras con capacidad para atender cualquier rincón de Michoacán que lo requiera.