Plaza Carrillo de Morelia, punto crítico para violencia feminicida
MORELIA, Mich., 13 de noviembre de 2013.- Ante la incapacidad de los gobernadores Gabino Cúe, de Oaxaca, Fausto Vallejo, de Michoacán, y Manuel Velasco de Chiapas, de resolver el conflicto magisterial que existe en las entidades que gobiernan, el comercio establecido de la ciudad de México les exige que asuman su responsabilidad y dejen la comodidad de sus oficinas para que le den solución a un problema que los rebasó y está perjudicando a los habitantes del Distrito Federal, destaca Guillermo Gazal, Presidente de Procentrhico, en un comunicado.
La ciudad de México ha sufrido las consecuencias de las marchas y plantones que maestros de Oaxaca, Michoacán y Chiapas principalmente, han realizado por toda la capital, denuncia.
Las pérdidas económicas tanto del comercio como de los sectores productivos de la capital ascienden a más de veinte mil millones de pesos, por lo que es necesario poner un alto a esta situación, que pone en peligro la actividad comercial del Distrito Federal.
Primero en el Zócalo capitalino, y ahora en la Plaza de la República, los contingentes de maestros inconformes se mantienen en protesta, sin que los gobernadores de sus entidades de origen asuman su responsabilidad y hagan algo por resolver este conflicto.
Por eso, Procentrhico les exige a Gabino Cúe, a Fausto Vallejo y a Manuel Velasco que se trasladen a la Ciudad de México y resuelvan las demandas que los maestros de sus estados les están presentando, para que se regresen a sus estados y la capital vuelva a la normalidad.
Además, el líder empresarial pide que los gobernadores de Oaxaca, Michoacán y Chiapas paguen los daños que los maestros inconformes han hecho en la ciudad de México, por lo que los invitó recorrer las inmediaciones de Plaza de la República para que constaten cuantos negocios están por quebrar así como los daños que han ocasionado a este espacio público.
No se puede seguir permitiendo que los conflictos y problemas estatales no se solucionen en los estados y los grupos de inconformes vengan al DF a que los atiendan, mientras los gobernadores y sus secretarios están cómodamente sentados en sus oficinas sin padecer los estragos de marchas, tráfico y plantones.
El Gobierno Federal debe de pedirle a los gobernadores que con responsabilidad y voluntad política, dejen de esquivar los problemas y mejor los solucionen, porque la capital no puede ser el receptor de todas las quejas. No es posible que sin ninguna responsabilidad, los gobernadores vean a distancia los problemas que ellos no pudieron controlar desde su origen.