Poder y dinero
VISIONES Y PERCEPCIONES
Etelberto Cruz Loeza
1° DE MAYO
¿ALGO QUÉ FESTEJAR?
En este día, ayer martes, día histórico y tradicional, la gran mayoría de los trabajadores organizados fueron los dueños de las calles más importantes de las ciudades más importantes del estado, y del país: recordaron los hechos sangrientos, guardados por la Historia, en los cuales varios héroes anónimos entregaron el máximo sacrificio – su vida – en defensa de algunos ideales que ahora se disfrutan como garantías y derechos laborales: jornada de ocho horas, un día de descanso, salario igual – para las diferentes categorías y grupos escalafonarios-gremios laborales -, no trabajo para menores de 16 años, vacaciones, anual repartición de utilidades, vacaciones, derecho de huelga, prestaciones sociales – como la médica, habitacional, médica – y laborar en condiciones higiénicas, además de cursos de capacitación y actualización y superación profesional, sin olvidar el establecimiento y funcionamiento de escuelas de educación básica y, sin relegar al olvido, el derecho a la organización sindical para la defensa de sus derechos.
En ese día, en nuestro país, como en casi todo el mundo occidentalizado, los trabajadores – todos somos trabajadores – festejaron haber alcanzado y disfrutar de sus derechos y olvidan las circunstancias que las que actualmente viven: el salario-percepción laboral que reciben por su fuerza de trabajo – no alcanza para satisfacer las necesidades elementales de la familia: si bien el llamado salario nominal es alto, el salario real – su capacidad de compra es muy limitado y si se compara lo que se compraba hace casi cincuenta años – la casi desaparecida Canasta Básica- se notaría la diferencia, en contra del actual salario nominal y real.
Nuestro país, junto con países sumamente poblados, como China, Singapur-Malasia y la India, son los 4 países con los salarios más bajos del mundo, por algo muy simple: la sobrepoblación, su efecto inmediato: el exceso de mano de obra y el bajo salario sin prestaciones sociales – seguridad médica, básicamente -.
Adicionalmente, los trabajadores no están en condiciones de irse a una huelga – aparte de que deben cubrir y cumplir un protocolo jurídico que ha cambiado casi diametralmente en su contra y que aparenta serle favorable, para sí serlo para el factor empresarial – porque su bajo salario es únicamente para irla pasando y no puede guardar nada como ahorro, pues primero está comer que ser cristiano y los sindicatos no tienen un fondo financiero para sostenimiento de huelga y, como complemento, no existe espíritu de clase ni solidaridad entre los trabajadores bajo el régimen contractual de salario mínimo.
Sin embargo todos están felices, por una razón muy simple: tienen trabajo y tienen un ingreso=salario=percepción y con prestaciones, por lo menos el 60% de la planta laboral nacional.
En nuestro país, este día – 1° de Mayo – es un escaparate de la visión y percepción gubernamental sobre la clase trabajadora: el interés que se tiene de ellos.
A partir de la administración presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado, el trabajador dejó de ser prioritario para el Estado; en ese pasado – todos las administraciones presidenciales de Miguel Alemán Valdés a la fecha – 1982. Cincuenta años, casi dos generaciones – el trabajador fue un protagonista de la historia nacional y así fue considerado, porque la política social, electoral, consideraba necesario una política de masas y de cuadros y el factor fuerza de trabajo=trabajador – fue considerado como determinante en la producción de bienes y servicios; con la evolución de los modos económicos, esa correlación de fuerzas cambió y ahora, el poder público considera que el elemento determinante es el factor capital=patrones y los trabajadores no son considerados prioritarios, salvo como fuerza, como si no fuera necesario estar frente a las máquinas.
El trabajador tiene como única opción para defender sus derechos la organización sindical, la fuerza de la unión sindical.
Con todo y lo que se diga de las administraciones “populistas”, no ha habido mejores épocas para los trabajadores mexicanos que las administraciones de Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, así como mayores, mejores y continuadas conquistas laborales que las obtenidas por el Zorro de las Gafas Negras, Fidel Velázquez Sánchez.
Así que… ¿Hubo algo qué celebrar el pasado primero de mayo?