Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa

Última llamada para los mexicanos

Hace dos años, en medio de los festejos de ese triunfo aplastante, que cerró la puerta definitivamente al predominio priista, lo advertimos aquí. La INVOLUCIÓN ya empezó.

No es una perspectiva, ni una amenaza. Es un hecho real, actuante, que se empieza a dar a través de leyes y reformas que tomarán carta de naturalización en la medida en que los mexicanos no lo impidan.

Lejos de estar desterrado, el presidencialismo ha adquirido en México formas todavía más brutales que en el pasado, con un Mandatario que mantiene maniatados y bajo amenaza a todos sus funcionarios.

La acusación en contra del director del Hospital Infantil de México, sin que mediara averiguación alguna, es la expresión más clara de como un régimen puede infundir el terror en los suyos.

Así lo ha hecho a lo largo de estos dos años, con expresiones autoritarias que ponen contra la pared a secretarios de Estado y funcionarios de tercer nivel, que prefieren plegarse a los designios del gran Tlatoani.

Por eso toma dimensión mayor la actitud asumida en los últimos días por Porfirio Muñoz Ledo, porque deja en relieve la poca dignidad de todos esos que se decían “de izquierda”, pero que hoy se pliegan a intereses facciosos.  

El diputado afirmó que su partido está viviendo una “involución”. “Morena está tomando actitudes semejantes o peores a las que tenía el PRI hace 20 años, simulando que el país era democrático”, mencionó el legislador

Muñoz Ledo criticó el “injustificable” uso de la fuerza de la Guardia Nacional para contener a migrantes centroamericanos en la frontera de Chiapas. Quiso externar su queja en la Cámara de Diputados, pero su propio partido lo acalló.

Estos actos reflejan el regreso del antiguo sistema, pero con otro nombre y con más ansia de poder que el anterior. Se ha creado todo un aparato de Estado para acallar también a todos los opositores, a los que ellos llaman “los conservadores”.

Sin embargo, la respuesta de Porfirio fue todavía más contundente:

“Nada le puedes dar o quitar a un hombre, que está más cerca de la muerte que de ver cómo se pierde en la mentira y en el autoritarismo, el sueño de una transformación en México…”

“Hoy puedo decir que hemos dado un salto hacia atrás, de 30 o 40 años; y lo puedo decir porque yo lo viví. Yo no me voy de Morena, Morena se sale de mi corazón”, remató Porfirio, con esa categoría que siempre lo caracterizó.   

Y es, efectivamente, una tremenda bofetada en la soberbia de los morenistas, porque esta declaración de Porfirio sí pasará a la historia. Será uno de los pocos hombres de la 4T que será recordado. ¡Qué pena por los otros; ha sido una farsa!

Por lo menos hasta el momento, el combate a la corrupción sigue como un tema pendiente. Y si López Obrador cree que distrae la atención culpando de todo al pasado, está muy equivocado.

Sus falsas consultas sobre el Tren Maya y su pésima decisión respecto al nuevo aeropuerto de la ciudad de México, siguen flotando en el ambiente, en medio de un mar de opacidad, por el cúmulo de información que se está reservando.

En los hechos, la 4T tampoco ha sido un gobierno diferente a los otros y empieza a tener perfiles incluso peores que los anteriores. Hoy sabemos que el 78% de los contratos de gobierno se han dado en adjudicaciones directas.

¡Bueno! su Secretaría estrella, la de la Función Pública, ha otorgado el 91% de sus contratos sin licitación alguna. Todo se hace con el poder de su voluntad y de sus firmas. Y estos son datos de CompraNet, por si tenía dudas.

Entonces, ¿qué es lo que está preparando realmente el régimen? ¿Qué es lo que busca con esa draconiana reforma penal con la que pretende legalizar el espionaje, los cateos, la obtención de pruebas de manera ilegal y los juicios sin testigos?

¿Para qué quiere ahora la base de datos biométricos de más de 90 millones de mexicanos registrados en el Instituto Nacional Electoral? Van a instaurar un régimen de persecución.

Les recordamos que, muchos de éstos que ahora piden esos datos, son los mismos que se opusieron hace 20 años a que en una sola credencial se concentrara toda la información de las personas, incluidas sus fichas médicas.

En aquel entonces dijeron que era un intento de espionaje, de intromisión en la vida privada de los ciudadanos para ejercer desde el Estado un mayor control. ¿Por qué ahora sí debemos confiar en este nuevo Estado?

Hoy sí les parece importante expedir una Cédula de Identidad Nacional.  ¿Por qué debemos confiar en ellos?

Mire, en el 2015, el Padrón Electoral fue puesto en manos de los partidos políticos y ¿Qué hicieron estos con esa información? Filtraron la información y esa base de datos empezó a venderse por internet. Por eso, es que ahora le llaman para todo.

SOSPECHAS

A primera vista, se ve una intención de direccionar los apoyos que se otorgan a la población, principalmente entre adultos mayores y jóvenes porque, según los expertos, son los que conforman la mayor masa poblacional.

Electoralmente esta información es importante, porque permite preparar campañas segmentadas y quirúrgicamente dirigidas para una masa de votantes que pueden definir una elección.

Esta ambición empieza a trasminarse por todos los poros de Morena. Ellos mismos han empezado a denunciar a los grupos que están concentrando el poder, incluso en familias, como es el caso de Bertha Luján.

En esa guerra sucia, personeros de Yeidckol Polensky han dicho que Arturo Alcalde Justiniani, esposo de Bertha Luján, es la mano que mese la cuna y ahí tiene colocada a sus hijas Luisa Alcalde y Bertha Alcalde.

La primera, como poderosa secretaria del Trabajo y la segunda, todavía más poderosa como secretaria ejecutiva adjunta del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

¿A dónde lleva esa entronización y concentración de poder? Pues recuerde usted que, merced al T-MEC, México se encuentra en medio de una gran reforma laboral que cambiará el rol del sindicalismo en México. ¡Más votos!

Así pues, en todo el país está en marcha una burda, grosera compra de conciencias, con el uso miserable de las necesidades y de la pobreza de la población para cosechar de ahí sufragios.

Las pruebas ya empiezan a circular.