Signos ominosos
Tolerancia para la transición.
Gerardo A. Herrera Pérez.
El próximo 1 de diciembre de 2018, se dará el relevo en el Poder Ejecutivo Federal, entre otros cargos de elección popular tanto federales y locales; habrá alternancia en el Poder Ejecutivo Federal, una alternancia que como al inicio de este Siglo XXI, paso del PRI, al PAN; hay pasará del PRI nuevamente, a MORENA, PT y PES, a esta fuerza política de izquierda y derecha.
El asunto que me ocupa, es que los integrantes de las diferentes coaliciones tienen distintas ideología; como es el caso de la coalición “Juntos haremos historia”, que integra a MORENA, PT y PES; dichos partidos no necesariamente son izquierda, como el PES, partido que mantiene una ideología conservadora y clasista. Lo digo porque al momento de la defensa de las libertades, sobre todo sexuales y de familia, entre otras, no se han logrado los consensos, y esto generará presión sobre los movimientos sociales, principalmente feministas y de la diversidad sexual e identidad de género, entre otros, como el asunto de la conciencia.
Desafortunadamente, aun con el diseño de políticas públicas como la Estrategia Nacional de la Cultura Cívica, “ENCIVICA” del Instituto Nacional Electoral INE, no se ha logrado revertir la debilidad de la cultura democrática de las y los mexicanos; se continúa con abstencionismo y ausencia de conocimiento de los mecanismos de participación ciudadana de las personas.
De igual manera, muchos ciudadanos continúan sin conocer los marcos jurídicos de dimensión universal, regional y nacional de los derechos políticos y en general de los derechos humanos; la falta de éste conocimiento también no permite reconocer la diversidad cultural, social y sexual, cuyo interés es fundamental para sociedades diversas como la nuestra.
Entiendo que al no conocer y utilizar las y los ciudadanos dichos instrumentos, no se cuenta con las condiciones necesarias para que éstos se apropien del espacio público en un sentido amplio y, con ello, contribuir al fortalecimiento de la cultura democrática y defiendan las posiciones ideológicas que la sociedad tiene y que ahora se enfrentaran al interior de las plataformas de principios de los partidos políticos y de sus representantes.
Por ello, es tan importante impulsar acciones para la cultura cívica y de la paz, lo es, porque necesitamos de impulsar un marcado dialogo entre los diferentes actores políticos y sociales, que manifiesten la tolerancia, el respeto, la solidaridad y desde luego la convivencia para la paz social.
Debemos de construir los espacios que privilegien la interacción, el intercambio y la discusión de ideas entre múltiples actores. Se requiere de impulsar acciones que permitan alejar el individualismo y privilegien la participación social amplia, contundente, que tienda a sumar ideas y esfuerzos para articular demandas y proponer soluciones.
De ahí la importancia que los actores sociales y los actores políticos que trabajan históricamente con acciones de fortalecimiento del dialogo, continúen con sus trabajos a efecto de mejorar el nivel de la discusión y el debate de los diferentes actores sociales que se manifiestan, no solo en vía pública, sino a través de la redes sociales.
En este proceso de transición debemos de promover la tolerancia. Para la UNESCO, la tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en reconocer en las diferencias, que permita la armonía en la diferencia. De esta manera la tolerancia, es la virtud que hace posible la paz.
En este sentido, la Tolerancia no es lo mismo que concesión o indulgencia. La tolerancia es una actitud activa de reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás. La tolerancia la debemos practicar todos los seres humanos, de manera individual, en las colonias, por los grupos, en general por los gobiernos.
Y reitero que es importante porque hoy frente a las ideologías diversas que nos gobernaran, habrá de suponerse impulsar acciones para evitar el dogmatismo y el absolutismo y privilegiar la diversidad cultural, social y sexual, tal como lo expresan los documentos internacionales y regionales en materia de derechos humanos firmados por el Estado mexicano y ratificados por el Senado de la República.