Tigres de arena

Esta semana, la secretaria de cultura de México, Alejandra Frausto Guerrero, se presentó con el periodista oficialista Jenaro Villamil y enalteció lo que se “logrará” al concluirse el proyecto cultural Chapultepec: Naturaleza y Cultura, mismo que al final de este año habrá ejercido la cantidad de 10 mil millones de pesos.

En la publicidad de este encuentro, en palabras de la secretaria Frausto: “se pasó de la cultura del poder al poder de la cultura”, en alusión a la conversión que tuvo la antigua residencia presidencial a centro cultural y que a su vez está localizada en una de las secciones del conocido “bosque”.

Ya se ha señalado en anteriores entregas las falencias —en lo general— del proyecto cultural oficialista, desde lo programático, lo teórico y lo presupuestal, así como los errores concretos en el desarrollo de Chapultepec: Naturaleza y Cultura. Este proyecto no ha conseguido eludir señalamientos de opacidad en la ejecución de los recursos ni tampoco ha brindando una explicación contundente que justifique la realización esta obra con el aciago contexto nacional.

Aquí debe remarcarse un contraste que al parecer ya se ha olvidado entre la comunidad cultural: cuando se desató la pandemia en 2020, el gobierno federal ya había etiquetado y programado las ministraciones del proyecto cultural de Chapultepec. Es decir,  mientras los mexicanos y la comunidad cultural sufrían la crisis sanitaria más grave del siglo XXI, el gobierno de la falsa transformación etiquetó recursos para un proyecto que no tenía prioridad ni razón real para llevarse a cabo.

En lugar de haberse creado un fondo de contingencia para apoyar a creadores y gestores de manera paralela a la crisis que llevó a cerrar museos, foros y recintos en todo el país, el gobierno federal recayó en su característica banalidad y se inclinó por comprometer la cuarta parte del presupuesto de la Secretaría de Cultura de México.    Entre 2020 y 2024 se gastaron entre 2 mil y 3 mil millones de pesos por año —1 mil millones en este 2024—  para “reinventar” un parque que no reportará beneficios para la comunidad artística en el futuro inmediato.

Con los 10 mil millones de pesos que costó el proyecto en mención podrían haberse solucionado una diversidad de problemas que se originaron en el sector cultural y que a la fecha siguen afectando la recuperación económica del sector. De hecho, de acuerdo a la Cuenta Satélite de la Cultura del año 2020, ese año cayó casi 10 puntos el PIB de la cultura, mucho más fuerte la caída en comparación con lo registrado en la crisis sanitaria del 2009.

Los foros culturales fueron los primeros en cerrar y han sido los últimos en abrirse y al día de hoy persiste una reticencia general por asistir a espacios cerrados a consumir bienes y servicios culturales.

El ejercicio aritmético podría realizarse para saber cuántos programas, becas o apoyos pudieran haberse otorgado pero no vale la pena perder el tiempo en elucidar posibilidades bajo una premisa que nunca fue considerada por el oficialismo.

Ahí quedan las imágenes, los videos y los testimonios de todas aquellas personas que que nunca recuperaron su normalidad y que fueron víctimas de la tragedia administrativa que implicó la ejecución del proyecto de Chapultepec: Naturaleza y Cultura.

Ya como ha sucedido en el marco de otras crisis, fueron los miembros de la comunidad cultural por sí mismos, con su entereza y determinación, quienes superaron las situaciones límite que se les presentaron. Colectas, fondeos cibernéticos, cambio de giros laborales, endeudamientos, entre tantas otras proezas fueron las que se efectuaron por los miembros de la comunidad cultural mexicana ante la notoria ausencia oficial para brindarles una mínima opción de ayuda.

Finalmente, entre los innumerables errores que se han cometido durante este sexenio, se suma la tragedia de Chapultepec: Naturaleza y Cultura que supuestamente será entregado antes de terminar esta administración. Sólo queda invitar a todos aquellos miembros de la comunidad cultural a que no olviden lo que vivieron y que reflexionen sobre lo que desean para sí en cualquiera de los futuros posibles que se avizoran próximamente.

Bismarck Izquierdo Rodríguez

Secretario de Cultura del CEN del PRI

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