El voto de Dios y la virgen
Debe ser motivo de preocupación la laxitud con que integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, desecharon las sanciones dictadas por el INE en respuesta a las impugnaciones que tratan de impedir que Andrés Manuel López Obrador siga violentando la Constitución y haga proselitismo abierto a favor de Morena con recursos públicos.
El tribunal revocó las medidas cautelares decretadas por el INE contra López Obrador por mayoría de votos y dejó en libertad de seguir sin sanción alguna con su afán de emitir expresiones y declaraciones de índole electoral, así como utilizar los espacios de comunicación oficial o aprovechar las funciones inherentes a su cargo para esos mismos efectos.
Bajo estas condiciones de menosprecio a lo que dicta la Carta Magna que impide actos de campaña al titular del Ejecutivo federal, se suma lo que decidieron magistrados del Tribunal electoral y sin obstáculo legal alguno, ahora López Obrador seguirá su paso tiránico en busca de mantener el predominio del Legislativo, como ya lo hace con el Judicial.
Esto, insistimos, debe ser tema para que por todas las instancias al alcance en el ámbito internacional, se denuncie el abierto menosprecio que el Presidente de México siente por las leyes, además que los opositores dejen de jugar al tonto útil, como los panistas que tal pareciera han entrado en el terreno mercenario para reventar la alianza a cambio de cañonazos multimillonarios, que interpósitas personas se mandarían desde Palacio Nacional.
Sólo así se entendería lo que viene haciendo en Michoacán, con la complejidad que guarda la decisión final para tener un candidato con capacidad de convocatoria y hacer frente al avasallamiento que perfila Morena con los maletines repletos de billetes que reparten los “vividores” de la Nación, con la consiga centralista de comprar conciencias y obligar su entrega a cambio de votos.
Primero fue Marko Cortés con su madruguete a favor de Carlos Herrera Tello, lo que fue secundado por el anodino jefe del PAN estatal, Oscar Escobar, lo que vislumbra una ruptura ante el malestar que se ha generado en el bando del PRI y la tibieza asumida por el PRD, al respecto.
Aunque digan que no se pone en riesgo la alianza opositora, en el bando de enfrente se frotan las manos sobre todo ante los propios desencuentros que se viven en Morena cuya selección de abanderado se ha convertido en una auténtica cena de negros, con una guerra cruenta difícil de contener y que también hará imposible quedar en buenos términos cuando se trate de levantar los cadáveres que necesariamente quedarán en el camino.
Y es aquí donde la miopía de las cúpulas nacionales prevalece o sólo que se mantenga la versión de minar la alianza con entrega de dinero o con el amague de llevar a juicios penales a los actores de oposición que sean necesarios, con o sin elementos legales para ello.
Porque en el último ejercicio que arrojan casas encuestadores, se muestra que hay una creciente expectativa a favor de las alianzas referidas, como es el caso de la publicada por El Financiero, donde la posibilidad de una alianza opositora abre expectativas favorables para cerrar el paso a Morena.
Ahí se deja ver que la balanza empieza a equilibrarse toda vez que se acortan distancias y a casi medio año de distancia, millones de electores comenzarían a verse reflejados en sus aspiraciones de impedir se siga destruyendo al país con la ausencia de equilibrios.
De acuerdo a lo publicado en el diario referido se presenta la variante en las encuestas donde una eventual alianza conformada por PAN-PRI-PRD, ubica adelante a esta alternativa ya en dos de los 15 estados donde se renovarán gubernaturas y acorta la diferencia en otros cuatro, con relación a Morena que sigue encabezando en la mayoría.
“En suma, las alianzas opositoras están haciendo el panorama rumbo a 2021 mucho más incierto; en algunos estados la moneda está en el aire, por lo que las candidaturas y las campañas podrían hacer la diferencia”, se establece en el sondeo publicado en su edición del 15 de diciembre.
El Financiero consigna que “en siete entidades ya se ha anunciado la alianza PRD-PRI-PAN y en dos más está pendiente su confirmación. En dos de ellas, Baja California Sur y Sonora, la alianza opositora se ubica por arriba de Morena, con diferencias de 3 y 4 puntos”.
En otras tres entidades, como San Luis Potosí, Nayarit y Colima, la alianza se ubica entre 6 y 7 puntos de Morena, haciendo esas entidades mucho más competidas e inciertas.
Como partido, las entidades más fuertes del PAN son Querétaro (34 por ciento de apoyo), Baja California Sur (26 por ciento) y Chihuahua (24 por ciento).
El PRI luce más fuerte en Sonora (21 por ciento), Zacatecas (19 por ciento), Tlaxcala (18 por ciento) y Sinaloa (17 por ciento). Por su parte, el PRD tiene sus mayores apoyos en Michoacán (5 por ciento) y Baja California (4 por ciento).
Bajo este escenario, no es difícil entender la actitud de López Obrador de ir con todo para sacar adelante su proyecto partidista, su obsesión tiránica y andar la legua en campaña permanente en buscar de rescatar el barco de Morena que parece zozobrar y que pudiera agudizarse si se culmina el rompimiento con el Partido del Trabajo, al que le dan trato de proxeneta a meretriz, con el perdón de la analogía.
Falta ver entonces que tanto se resisten a las tentaciones que ponen sobre la mesa de dirigentes nacionales ya sea con entrega de millones de pesos como recompensa a los servicios prestados a la dictadura de ocurrencias o bien, reculan obligados por temor de ir a prisión en aquellos casos donde su pasado los condena.
Vale…
*Jorge Hidalgo Lugo es director general de portalhidalgo.mx