Racismo: somete, controla y disciplina

Las ideologías: misóginas, machistas, clasistas, racistas, homófobas, xenófobas y, de aporofobia, constituyen los cultivos para la instrumentación de los mecanismos de opresión, desde los más sutiles como la invisibilidad, hasta la muerte misma.
Hechos de racismo que se suceden en el día a día, pero que, de los cuales no nos damos cuenta porque los medios de comunicación no lo publican, forman parte de la normalización y naturalización de ejercer la asimetría de poder sometiendo, controlando o disciplinando aquellos cuerpos que no son pares de las personas que se consideran con privilegios por vivir en un mundo occidentalizado y asumirse como hombres o mujeres occidentales, blancos, heterosexuales, sin discapacidad, sin sangre étnica, viviendo en privilegios.
Pese a ello, y hoy gracias a la tecnología y la velocidad de informar en tiempo real, nos pudimos dar cuenta que subieron a la red social el video de la ya llama “Lady Racista”, quien con insultos racistas dirigidos a un policía vial de la CDMX en la colonia Condesa, causaron indignación entre usuarios de las redes. Analizar el video nos remite a que no hemos logrado como sociedad, evitar las ideologías y menos, a generar tolerancia y respeto, a partir de construir diálogo para la resolución de conflictos, manejando emociones y con pensamiento crítico, eso simplemente se debe seguir trabajando.
Después de muchos años de promover la igualdad y no discriminación, ya cómo, activista, o bien servidor público, o cómo director general del COEPREDV, o bien, director de la Coordinación de Estudios, Divulgación y Capacitación de la CEDH, o en estos momentos como director general de la sede México de la Fundación El Sol, o en mi condición de presidente de Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán, me queda claro que evitar el racismo en México es una urgencia ética, histórica y estructural.
El racismo perpetua desigualdad vulnera derechos humanos y reproduce violencia que afectan a comunidades originarias, afromexicanos, migrantes; así, el racismo no es un acto individual, sino un sistema que organiza privilegios y exclusiones.
La presencia de racismo en nuestra sociedad implica que personas no accedan a la educación, salud, empleo, participación política, vulnera la dignidad humana, derivado de la discriminación por el tono de piel, la lengua o el origen étnico, negando su valor de la otredad. Pero igualmente se reproduce la opresión histórica, afecta los procesos de cohesión social, e invisibiliza saberes y culturas.
Estas acciones deberían de prender focos rojos permanentes en todas las estructuras gubernamentales para reforzar las acciones que eviten la opresión y transformar el racismo, a través de educación antirracista, tipificar el delito de discriminación por odio racista, como ya se tiene en Michoacán, derivado de una propuesta realizada por Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán al Congreso de Michoacán, generar información y narrativas y publicar los daños históricos y actuales que se genera a la población racializada. Pero, además, como lo he señalado en otras opiniones ya publicadas en Quadratin, generar contranarrativas en los medios para contrarrestar el efecto negativo de la ideología racista que violenta los derechos humanos y la dignidad humana del sujeto social racializado.