Proyecto Secreto/Mateo Calvillo Paz

Cancelan también el orden moral

Sigue la corrupción en grande. Si no se tiene en cuenta el orden moral, la ley y la justicia seguiremos de picada. Estamos en emergencia moral.

Los poderosos no cancelan el orden moral abiertamente, pero si lo ignoran en las decisiones y los hechos. En teoría, en el discurso, tal vez en la conciencia ponen como referencia los valores morales, parece que porque esto le gusta el pueblo. Pero hacen una cosa y dicen otra.

Todos queremos el cambio.

Queremos aportar para el cambio por encima de partidos e ideologías.

Quienes llevan el tesoro de la fe de Cristo tienen una sabiduría superior: Dios creó el universo, lo conduce con sabiduría y amor a su punto más alto, a su plenitud definitiva. Tiene un Proyecto. a la luz del cual se entiende nítidamente el acontecer humano. Este proyecto es secreto, es el Misterio de salvación que Dios revela a sus amigos. Es la razón del nombre de esta columna: Proyecto Secreto.

En esta cosmovisión, que incluye la dimensión espiritual del ser humano aportan un marco de referencia inconmovible, extraordinario. Así se nos permite orientar la convivencia social y los programas sociales con dirección firme hacia metas claras

Todos los actos del ser humano, son actos humanos, porque dependen de su inteligencia y voluntad, deben conformarse al orden moral. En este sentido, el hombre es moralmente responsable de todos sus actos que tienen una dimensión moral ineludible.

En la vida diaria, el más humilde de los ciudadanos y el presidente de la República no se guían por su capricho, arbitrariamente, “por lo que diga mi dedito “. Se norman por los grandes valores inscritos en su ser profundo, libertad, verdad, justicia. No hay otro camino para alcanzar la armonía y el progreso.

La abundancia de dinero y bienes materiales, la superación de la corrupción, el fin de la mafia del poder, el paraíso populista, en una palabra, no se van a lograr con la misma gente, actores sociales, repitiendo los mismos vicios, con discursos populistas y promesas inalcanzables. No se van a lograr con los mismos hombres corruptos, que no son nuevos y sólo afirman: “ no les voy a fallar” y usan como bandera la honestidad, la transparencia, el fin de la corrupción. En realidad, son la misma raza, con los mismos vicios.

El cambio prometido debe plantearse de una manera nueva, apoyados en los grandes valores inherentes al ser humano. Ahora nos referimos a la justicia que es respeto a la Nación y a todos los ciudadanos. Es una virtud y un valor que está presente en todas las interacciones sociales.

La autoridad, desde la más alta, está al servicio de la justicia que es un valor fundado en Dios en el ser del hombre, universal, inmutable, absoluto.

Los defectos que vemos en la clase política. 1 × 1 para rebatirlos.

El bruto y la máquina no son responsables de sus actos que no tienen una dimensión moral. Aparecen de una manera ciega, automática, por un determinismo.

El hombre es conocimiento y libertad no se mueve según el determinismo en las ciencias exactas.