Política gourmet

AYOTZINAPA: SIN SOLUCIÓN Y SIN VOLUNTAD

* A nueve años de la desaparición de los 43 el Gobierno sigue sin dar respuestas

* ¿Para qué se reúnen con los padres de las víctimas si no tienen resultados que ofrecer?

* Todo indica que le quieren heredar esta ‘papa caliente’ a la próxima Presidenta

NADIE SABE, NADIE SUPO…- Un día antes de que se cumplan nueve años de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, la cual se localiza en el municipio de Tixtla, Guerrero, el próximo lunes, en Palacio Nacional se llevará a cabo la enésima reunión entre los padres de los muchachos desaparecidos y los representantes del gobierno del Presidente López Obrador quien, por cierto, ayer adelantó que él no estará presente, pero informó que a cada uno de los familiares de los normalistas se les entregará un expediente completo y personalizado con toda la información y documentos adyacentes a la investigación. Además, presumió que al día de hoy, respecto a este atroz caso, se han encarcelado a dos generales, a 20 oficiales del Ejército, a un procurador (Jesús Murillo Karam) y a más a de una centena de detenidos… sin embargo, lo que el Presidente evitó señalar, de manera muy conveniente, en sus comentarios vertidos en la conferencia mañanera de ayer jueves, fue que hace cinco años, siendo Presidente electo, en una reunión que sostuvo con familiares con las víctimas de Ayotzinapa, les prometió mirándoles a la cara que los encontraría sí o sí. Pero como él mismo lo destacó en alguna ocasión: Una cosa es lo que se promete estando en campaña y otra cosa lo que se hace ya llegando al poder, el tabasqueño simplemente pasó de la llamada verdad histórica al “no sabemos y no podemos asegurar que quede alguno de los estudiantes con vida”

LA FORMA Y EL FONDO.- No se necesita ser un genio para saber y concluir que la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fue un crimen de Estado en el que confluyeron y coexistieron funcionarios de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) con miembros del crimen organizado. Y con investigaciones como la que realizó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independentes (GIEI), el cual se retiró del caso en julio pasado tras haber trabajado durante ocho años, queda claro que lo que más ha existido desde la parte institucional es una resistencia feroz para entregar información y colaborar de manera genuina. Los integrantes del GIEI, grupo que depende de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), lo dijeron una y otra vez en boca de Ángela Buitrago y Carlos Beristain, principalmente: El Ejército se negó a compartir información que tiene en su poder, escondió oficios y comunicados internos, incluso en ciertas solicitudes en específico presumió que “no los encontraba”. Entonces, bajo este contexto, ¿quién nos asegura que los expedientes que se les entregarán el próximo lunes a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos serán producto de un trabajo totalmente transparente? ¿Por fin dará a conocer el Ejército, en estos expedientes, todo el material que recopiló desde su centro de inteligencia que tenía en Iguala, donde monitoreaba todas las comunicaciones de los grupos criminales de la zona y que a varios niveles es considerada una especie de “leyenda” urbana? Sinceramente, no lo creo.

EL COLMO.- ¿Cuál es la verdadera razón por la cual el Presidente López Obrador no estará presente en la reunión del próximo lunes con los padres de los 43 y sus abogados? ¿Teme reconocer frente a ellos que el compromiso que hizo con ellos mirándoles a los ojos sólo fue una arenga de campaña más? No se vale. Como tampoco se vale que, ante los pocos resultados concretos y tangibles de sus subordinados, ahora le pida amable y educadamente a “los señores delincuentes” que por favor cooperen con él y que le ayuden con información que permita a dar con el paradero de los estudiantes desaparecidos hace casi nueve años. La realidad es que muy difícilmente el Gobierno aceptará desde la institucionalidad y el oficialismo que el principal involucrado en este crimen de Estado ha sido el Ejército y que en Palacio Nacional lo único que están haciendo respecto a este caso es estirar la liga (pero sin que se rompa) para poder llegar a la orilla (final de sexenio) y aventarle la bolita a la próxima que llegue.

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