Opinión/Rafael García Tinajero

Regreso a las aulas, cuando la voluntad no basta.

Rafael García Tinajero. 

Fue la Secretaria de Educación Pública la primera en tomar medidas contra la pandemia por COVID 19 suspendiendo clases desde el 16 de marzo del 2020 y modificando los calendarios escolares y criterios de evaluación para educación  básica, media y media superior en   el ciclo escolar  2019-2020 . Como las condiciones para el ciclo 2020-2021 no mejoraron el alejamiento de la actividad escolar presencial continua hasta el día de hoy.

Hace unas semanas el Presidente de la República manifestó que así lloviera, tronará o relampagueará el ciclo escolar 2021-2022 se iniciará y desarrollará con actividades presenciales. Esto a pesar de la objeción de algunos sectores a los que el subsecretario de salud y encargado de los relacionado con la pandemia , Hugo López Gatell, respondió que se trataba de planteamientos sin sustento científico y que además respondían a grupos de interés. Días después en una reunión con gobernadores Gatell dijo que las actividades escolares serían consideradas como esenciales y que por tanto no les deberán ser aplicables las restricciones correspondientes al “ semáforo rojo” .

En ese mismo contexto, el pasado 27 de Julio la Secretaria de Salud publicó un acuerdo mediante el cual se abrogaba el acuerdo tomado en mayo del 2020 mediante el cual se establecían los criterios específicos para el desarrollo de actividades escolares en consonancia con criterios establecidos por la autoridad sanitaria. Además de que a las personas a las que se hubiera aplicado alguna vacuna no se les reconocería como vulnerables y que la nueva metodología para determinar el color del semáforo sería publicada en una página Web de la propia Secretaria de Salud.

En el acuerdo de mayo de 2020 había un anexo que permitía correlacionar el color del semáforo con un tipo de actividad como la escolar, económica general, económica esencial, espacio público , por ejemplo. Al abrogarse no existe una metodología clara y precisa de tal tipo. Lo anterior provoca un sinnúmero de problemas y así no será posible establecer con certeza cuáles serán las medidas y restricciones que habrá que aplicar en las escuelas cuando el semáforo se encuentre en determinado color y la seguridad de abrirlas en cualquier caso. Parece ser que la respuesta de las autoridades federales sanitarias y educativas es que abrir las escuelas es seguro solo por el hecho de que se le considera actividad esencial. Un acto de absurdo voluntarismo que sin duda tendrá repercusiones graves y negativas para todos. 

No se puede permitir  que un hecho tan importante sea simple fruto de la voluntad que no toma en cuenta  ciertas razones de índole científico-tecnico, económico, social y de infraestructura educativa . 

El regreso a clases tendrá que darse tarde o temprano, las implicaciones del alejamiento   de las aulas tendrán un gran impacto que quizás solo veremos después de lustros, y que tienen que ver con la salud física y mental de profesores, padres de familia, familiares y los propios alumnos, se están perdiendo aprendizajes y destrezas,  socialización y se están generando condiciones que dejarán atrás , dada la brecha digital a los más pobres que son los que tienen menos posibilidades de educarse a distancia.  Pero éste no es pretexto para   que quienes toman las decisiones lo hagan sobre las rodillas y que su único faro guía sea la voluntad férrea de regresar ya . Es el momento de apelar a la ciencia y a la técnica para poder regresar a clases en el momento y las condiciones más seguras y ese momento y esas condiciones no parecen ser las mejores cuando nos enfrentamos, en el mundo y en el país,   a una nueva variante del virus, la delta, con características que han acelerado el ritmde contagios, enfermedad y muerte ,que afecta a grupos en edades que antes afectaba poco  y en ocasiones se salta la inmunidad ya generada por las vacunas.

No están dadas las condiciones para un regreso masivo y seguro a las escuelas, esto no quiere decir que sea imposible crearlas y este es el momento de hacerlo. De generar una sola política pública nacional, una política de Estado que sea jurídicamente impecable, políticamente consensuada, técnica y científicamente sustentada,  financieramente viable y socialmente aceptable. 

Hay que echar mano en primer término del órgano colegiado que nuestra Constitución tiene previsto para que sea el que dirija las acciones del Estado Mexicano en contingencias como la actual , un órgano con una representación amplia y atribuciones legislativas y ejecutivas cuyas resoluciones son obligatorias para todas las autoridades políticas y administrativas del país y que es el responsable de coordinar las acciones de los tres poderes y los tres órganos contra contra una crisis no sólo sanitaria sino social y económica como la que hoy vivimos, me refiero al Consejo de Salubridad General

Infraestructura para la higiene, la sana distancia y espacios bien ventilados es indispensable para el regreso seguro a clases. Bien harían  el gobierno federal y los de los estados en  realizar un censo , una evaluación puntual y pormenorizada que sirva para determinar cuáles planteles  sí y cuáles no cumplen las condiciones mínimas para garantizar higiene, ventilación y sana distancia,  hay que recordar que miles de escuelas han sido saqueadas durante este periodo sin clases.

Habrá que vacunar a todos los alumnos mayores de doce años y también al personal docente y de apoyo escolar.  Dar una segunda dosis a aquellos que ya fueron vacunados con la vacuna de la marca  Cancino Bio , tal y como lo a prescrito el fabricante y otras autoridades sanitarias en el mundo. 

Capacitar a los docentes y alumnos para  llevar bien a la práctica los protocolos y para la detección temprana de casos sospechosos de COVID 19 y saber que hacer en cada caso. 

Además un régimen de pruebas vigoroso, no solo para los que tengan síntomas sino sobre todo para los trabajadores de la educación y alumnos asintomáticos con el fin de detectar posibles brotes , brotes en ciernes y brotes tempranos para aislarlos de manera oportuna. Hay que garantizar también gel en alcohol para  el lavado de manos donde no haya agua 

Estas son solo algunas de las medidas que habría  que ir pensando y tomando ya.

Planear , establecer protocolos, evaluar y generar inversión gubernamental contra la pandemia es indispensable y necesario. No basta la voluntad, hace falta política, ciencia, tecnología y recursos para un regreso seguro a clases.