Opinión/Juan Antonio Magaña de la Mora

Es necesario reflexionar sobre la necesidad de incluir de forma más activa a la sociedad en la forma de impartir justicia. Dijéramos, en otros términos, buscar la forma de ciudadanizar la justicia.

Sobre el denominado antiguo Sistema Penal Escrito, de corte inquisitivo, difícilmente las partes en el proceso sabían cómo era el trámite y el cómo y por qué se dictaba una sentencia. En muchas ocasiones, las resoluciones se leían en centenas de folios y ello hacía casi imposible que el defensor y el fiscal tomaran nota de todo su contenido, y prácticamente era imposible que el acusado lo hiciera.

En el nuevo Sistema Acusatorio y Oral, de alguna forma se tuvo el interés de una mayor participación ciudadana en el proceso, cuando menos de permitir que las partes fueran observadas en su intervención por personas que, siendo ajenas al proceso, atestiguaran el desarrollo de los juicios; sin embargo, la posibilidad que hoy tiene la sociedad de presenciar un proceso penal no resulta satisfactoria para que se considerara incluida en la forma de impartir justicia, ni motivada a concurrir a las Salas de Oralidad, encontrándose estas, en la mayoría de los casos, solamente ocupadas por las partes y el auxiliar de sala.

En los Estados Unidos de Norte América, la sociedad tiene pleno conocimiento de cómo son los procedimientos penales y cómo se dictan las sentencias porque forman parte activa en los juicios, ya que en la mayoría de casos, según el delito, para determinar la culpabilidad del acusado interviene el Jurado, integrado por ciudadanos previamente insaculados, y según el número de habitantes de una ciudad y el número de juicios, un ciudadano puede participar dos o tres veces como jurado en un año.

¿Qué hacer para que en México haya una mayor participación de la sociedad en los juicios penales?
Dr. Juan Antonio Magaña de la Mora