Observador ciudadano/Enrique Bautista Villegas

LÓPEZ OBRADOR Y LOS NUEVOS ALIADOS

Durante su intervención al inaugurar  en el Quinto Congreso Nacional Extraordinario de Morena, el 19 de agosto, en el Deportivo Reynosa de la Delegación Azcapotzalco,  el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, convocó a los militantes del partido a cuidar el triunfo electoral del pasado 1 de julio.

El tabasqueño  llamó a consejeros y legisladores electos de Morena, así como a los funcionarios que hasta ahora ha designado para el desempeño de actividades diversas durante la administración que habrá de encabezar, a que no se dejen seducir por la ambición y terminen por destruir el proyecto político en curso.

“Para que no haya influyentismo, corrupción, sectarismo, ninguna de estas lacras de la política, se requieren los ideales. Gente que esté dispuesta a heredar pobreza a sus hijos, pero no deshonra”

“No queremos la politiquería; llegar por llegar. No es encaramarnos en los cargos públicos sin un ideal, sin un principio. Que el pragmatismo no arrase y que, sin ideas ni principios, se destruya nuestra organización”.

El llamado de López Obrador resulta oportuno ya que el gran movimiento nacional que encabeza se fortaleció masivamente durante su campaña y se ha consolidado en forma contundente a partir de su triunfo en las elecciones del pasado 1º de julio. La convocatoria del líder tabasqueño, además de nutrirse de millones de mexicanos hartos de los vicios que caracterizaron a los gobiernos priístas y panistas de las últimas casi cuatro década y que demandan un cambio genuino a un gobierno: limpio, transparente, austero  y de compromiso social, ha atraído como avispas al panal a miles de quienes formaron parte de los gobierno que sumieron al país en la crisis actual, con la esperanza de infiltrarse en la administración que conducirá el líder morenista a partir del próximo 1º de diciembre.

En  ese contexto, Lopez Obrador recordó también que “No se trata de llegar al Gobierno y seguir creando estructuras administrativas que abundan y que no sirve para nada muchas de ellas, que se crearon nada más por ‘empleomanía’, para los amigos, para los socios. Eso no se va a permitir en el nuevo Gobierno democrático”.

“Estamos convocando a la austeridad de manera voluntaria, pero desde el primero de diciembre voy a enviar al Congreso una ley reglamentaria para el artículo 127 constitucional para que ningún servidor público en los tres poderes pueda ganar más que lo que perciba el Presidente de la República”.

“Nos falta demostrar que se puede gobernar con el pueblo, con respeto a las libertades y, en paralelo, garantizar el derecho al bienestar y a ser felices. Ni en el sueño olvidemos que esta será una transformación pacífica, pero profunda; ordenada, pero radical, porque vamos a arrancar de raíz al régimen de corrupción y de privilegios”.

De especial importancia resultará que López Obrador, sus colaboradores cercanos, y Morena, mantengan desde ahora al margen del manejo de las actividades públicas a los arribistas y oportunistas, que en lugar de un compromiso de cambio para el país, quisieran ver en el proyecto del futuro gobierno la opción para seguir viviendo del presupuesto y sirviéndose del poder público.

El blindaje del nueva administración federal de rémoras de gobiernos anteriores será fundamental para garantizar un gobierno honesto y transparente, a la altura de las expectativas de quienes le otorgaron la confianza al futuro Presidente con los más de treinta millones de votos, que le dieron un triunfo arrollador; el mayor en la historia del país.