Libros de ayer y hoy

                             Los diamantes son eternos ¿y el litio?

                                [email protected]

La suerte está echada en la cancelación de nueve concesiones de yacimientos de litio. Ya los chinos preparan impugnaciones.  El argumento es que esas empresas no aplicaron el mínimo en su explotación o sea que es un desperdicio tener a salvo de otras naciones lugares en donde México puede explotar su riqueza abiertamente. Ese litio es un elemento químico  medio blando, de color plata, ¿que hubiera dicho Marilyn Monroe si le hubieran regalado un anillo de litio para uno de sus lindos dedos? La descripción que anduvo circulando cuando  en  México se informó que ese metal entraba en nuestros conteos pese a haber estado ahí en todo todo este tiempo, fue muy rara porque se hablaba de salmuera recordando lo que comúnmente conocemos como salmuera Y resulta que está en el contexto de la tierra y fuera de China y el Tibet, son dos países latinoamericanos los que concentran en total, con los otros dos, el 66 por ciento de esa salmuera. Se trata de Argentina y Chile.  Buen regalo en momentos en que ambos tienen conflictos. La maravilla de este elemento químico es que es el producto que más se utiliza  en el  mundo para muchos tipos de partes, en celulares, computadoras portátiles, bicicletas  en la electricidad., etcétera. Si viviera la rubia sensual, quizá dejaría su bello diamante y saldría feliz a lucir un trozo de litio blando en su mano.

LA TIERRA VA OFRECIENDO CADA DÍA SUS GRANDES APORTES Y MILAGROS

Los descubrimientos que dejan fortunas, rebasan incluso contextos que en otros casos no se darían. Es lo que pasó cuando se descubrió que las cenizas de los seres humanos pueden convertirse en diamantes,  (Finalmente polvo somos y en polvo nos convertiremos). Y es que hermanadas con lo que da la tierra, esas cenizas que se logran después de una cremación. contienen carbono y bario y se acercan a las  cenizas  volcánicas que tienen  partículas de roca y mineral.. Los diamantes se ha dicho, surgieron de un largo proceso de átomos puros de carbono, a través de erupciones volcánicas. Como eso vuela cuando se trata de obtener ganancia, una empresa suiza descubrió que podía alegrar a los familiares del fallecido, convirtiendo sus cenizas en un anillo u otro adorno que permitiera a los deudos tenerlo a la mano o en la mano. La empresa suiza consideró que siempre será mejor traer un anillo que tener las cenizas en un recipiente. Los expertos en piedras preciosas dicen que son cuatro:  el diamante, el rubí,  el zafiro y la esmeralda.  La única que surge de las cenizas como el ave Fénix, es el diamante. Empresarios mexicanos pararon la oreja y sin duda ya están haciendo luminosos diamantes.

LOS PRODUCTOS PRECIOSOS DE LA TIERRA SIEMPRE HAN CAUSADO LÍOS

El diamante hindú que configura la trama de La Piedra lunar (Ediciones  Orbis S.A. 1986), la obra clásica de Wilkie Collins que Jorge Luis Borges escogió como una de sus favoritas en la edición que dirigió como parte de su biblioteca personal, es una trama compleja y hermosa  que se apoya en un recurso que usaba mucho Collins: la intervención por escrito de varios personajes para contar la historia. El autor recrea la sustracción de un famoso diamante hindú, lo que provoca la persecución  permanente de religiosos hindúes que buscan a todo trance recuperar la joya. En la vieja casona en donde se desarrollan en buena parte los hechos, Collins presenta personajes inolvidables que el propio Borges considera clásicos,  como el de la jorobadita Rosanna que se inmola para proteger a su amo o el del mayordomo Betteredge que solo ha leído un libro en su vida, que es como la biblia; el Robinson Crusoe de Defoe. Collins juega con toda la temática del clasicismo policial, pero a diferencia de otros autores victorianos, centra parte del enigma  en algo que ahora ya está en  México desde hace tiempo, el opio.  Obras inolvidables que se nos antojan tan eternas como los diamantes que tanto ambicionaba la hermosa Marilyn o como el litio que puede encauzar a México a una posición desahogada.