Libre expresión/Carlos Alberto Monge

Gobernadores vs AMLO.

“Gobernar es pactar; pactar no es ceder”. Gustave Le Bon (1841 – 1931). Sociólogo y físico francés.

La propuesta de presupuesto de Egresos para el 2021 que mandó el Ejecutivo Federal al Congreso, aunado a la reciente desaparición de 109 fideicomisos con más de 68 mil millones de pesos, ha catalizado la disputa entre los10 gobernadores que integran la Alianza Federalista con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

En el caso de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo señaló que en lo que va del presente año, la Federación ha recortado más de 2 mil 400 millones de pesos, de lo que estaba presupuestado, y la propuesta para el 2021 implica un recorte superior a 7 mil 700 millones de pesos, mientras que López Obrador con los legisladores de Morena y partidos aliados, podrían incrementar los recursos para el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía.

A consideración de la Alanza Federalista, tendría que ser prioritario el apoyo a las entidades para evitar una catástrofe social, económica y de salud.

Tras destacar que no es un tema electoral, los gobernadores “rebeldes” hicieron un llamado al diálogo más allá de filias y fobias, para “respetar el espíritu republicano, federalista y democrático, y replantear el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal”.

Y advirtieron que, si no se establecen “puentes firmes y de respeto entre el Gobierno Central, los Estados y Municipios, se pondrá en riesgo la consistencia y razón de ser de nuestro pacto federal”.

En respuesta, López Obrador señaló que los posicionamientos simultáneos de los 10 gobernadores de la Alianza Federalista, responden a intereses electorales; les dejó claro que no los va a recibir porque esa tarea le corresponde al secretario de Hacienda, Arturo Herrera; les advirtió que no hay posibilidad de que se rompa el Pacto Federal y los invitó a que primero consulten a los ciudadanos de los estados que gobiernan.

Lo dicho, el país está extraordinariamente polarizado e indudablemente los principales culpables de semejante circunstancia son los gobernantes, la clase política, que incapaces de sentarse y alcanzar acuerdos, defienden incluso lo indefendible con tal de llevar agua a su molino. En esa lógica los que realmente pierden son los ciudadanos. Los políticos ya sea en el poder o en la oposición, pero regularmente mantienen sus privilegios.

Así que más vale mantener la cabeza fría. El escenario es lamentable prácticamente desde cualquier perspectiva. Las crisis que aquejan al país son evidentes, así que el crecimiento de las diputas entre Federación y estados, no puede celebrarse desde ninguna posición, ni siquiera desde quienes están a ciegas con López Obrador.

México lo que necesita son acuerdos, que se aplique el Estado de Derecho y se procuren soluciones. En medio de esta confrontación, una vez más López Obrador tiene la oportunidad de vestirse como estadista. Para ello, tendría que dialogar con todos, olvidarse de sus fobias y rencores, pensar en el desarrollo de todos los mexicanos y claro, olvidarse de los comicios del 2021.

De hacerlo, López Obrador obligaría a los opositores a seguir la misma ruta y seguramente su liderazgo crecería con mayor sustento. Las crisis que padece México en salud, economía, seguridad y corrupción, son elementos suficientes para que todas las fuerzas políticas del país se unan y busquen soluciones, antes de que se acabe la paciencia ciudadana.

Veremos si el habitante de Palacio Nacional es efectivamente un mejor político o se aferra a la mediocridad de los que piensan en la venganza y en las próximas elecciones.

¿Usted qué piensa estimado lector?

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.

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