Las familias

Hablar de las familias constituye un acercamiento no solo a la base jurídica que las regula, sino a darle contexto en el modelo económico que vivimos y las contradicciones sobre las cuales se construyen las diferentes expresiones culturales de las familias.

De esta manera, abordar los temas de familia en complejidad, nos permite comprender las diversas dinámicas sociales por la que atraviesan los miembros integrantes de las familias a partir del análisis del contexto económico, el patriarcado, las crisis que viven, las ideologías: clasistas y racistas, misóginas, machistas, xenófobas, y homófobas, así como, las epistemologías de la violencia, y los mecanismos de opresión. Esta visión permite comprender la línea abismal entre el norte global y el sur global cuando hablamos de los derechos humanos que se viven en las familias tanto en algunos países europeos, como en países de América Latina y el Caribe, África, China, la India.

En tratándose de los derechos humanos, libertades y la dignidad humana, la Constitución mexicana, no regulaba en su texto original el concepto de familia, incluso hasta hoy; la Constitución protege a la familia como un principio, pero desde luego que no regula su creación o disolución, así como tampoco establece alguna definición. No obstante, existe progresividad sobre el derecho de familia influido por el derecho internacional de los derechos humanos, toda vez que se ha incorporado el interés superior de la niñez, así como los derechos humanos previstos en tratados internacionales, firmados por el Estado mexicano y ratificados por el Senado de la República.

Pero igualmente, la Constitución ha reconocido la competencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos para resolver conflictos internos de violaciones graves a los derechos humanos de la población y los tratados internacionales en materia de derechos humanos; pero hay que expresarlo, todos estos elementos se consolidaron con las reformas constitucionales de 2011; de esta manera, la Convención para eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres de 1979, y desde luego la Convención de Belém do Pará de 1995 y además de la Convención de los Derechos del Niño de 1990, tienen rango constitucional y constituyen un aporte fundamental a los derechos de las familias.

Pero igualmente, el aprobar constitucionalmente el interés superior del menor, permitió la aprobación de la ley de los derechos de la niñez y que ya tuvo impactos en el diseño de la política pública educativa y en el propio Sistema Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA), que hizo que se transitara de un modelo tutelar a un modelo en donde las infancias y adolescencias son actores sociales

Otro elemento que tiene impacto sobre los miembros de la familia y que fue aprobado desde 2014, es el derecho a la identidad y registro inmediato del nacimiento de manera gratuita en su primera acta, con lo que puede ejercer derechos. Pero igualmente se ha incorporado el principio de igualdad entre varones y mujeres, así como el derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de los hijos; y desde luego, el derecho a las familias a disfrutar de una vivienda digna y decorosa.

Por otro lado, el derecho laboral y la seguridad social en México que extiende los beneficios médicos y de seguridad social a los miembros de la familia del trabajador, así como los derechos de las trabajadoras en sus periodos de parto y lactancia de sus menores, destaca la importancia en este sentido del artículo 123 constitucional; así como la figura jurídica del patrimonio de familia en el artículo 27 y de la prohibición de las injerencias arbitrarias en el artículo 16 de la carta magna.Durante la semana, tuvimos trabajo colaborativo académico con maestrantes de la maestría en Derecho Familiar, de la Universidad Magno Americana; con el estudiantado avanzamos en reflexiones interesantes sobre cómo considerar teóricamente que el concepto de familia es social, y no natural; así como, precisar que en la historia de la humanidad dicho concepto transitó del salvajismo a la barbarie, y de ahí, a la contemporaneidad, tal como se expresa por Federico Engels en el texto de La familia, el estado y la propiedad privada.

Se realizaron con los maestrantes, distintos análisis partiendo de contenidos epistémicos y teóricos sobre como apreciar en el contexto actual el concepto de familia o familias, así: Las familias son construcciones económicas, sociales, culturales e incluso políticas de arreglos de convivencia entre personas con relaciones de parentesco o no, destinadas o no a la procreación, pero que parten de un acuerdo inicial de al menos dos personas para vivir juntas, compartir espacios, ingresos y gastos, afecto y cuidado, protección, relaciones íntimas, compañía, entre otras cuestiones.

No obstante, el que la legislación normalizara por muchos años, un solo modelo (nuclear), el qué, ha introducido relaciones inequitativas y ha protegido, incluso, en algunas de las cuales se ejerce violencia de distintos tipos: sexual, económica y física, sin que los receptores de las mismas pudieran liberarse.Las familias están conformadas por seres humanos y son únicas e irrepetibles, de ahí que su estructura y organización dependan de las características de las personas que las forman -la edad, el sexo, el lugar de residencia, la orientación sexual, la religión, la raza, la etnia, el ingreso, entre otras- pero también del contexto en que se ubican y de la etapa del ciclo de vida familiar por la que transitan, es importante considerar para su análisis. Así, los arreglos sociales determinan que es dentro de ellas donde los seres humanos, ciudadanos, personas, sujetos sociales nacen, crecen y se desarrollan. Así, requieren un ambiente propicio para poder cumplir con las importantes tareas de crianza, cuidado, acompañamiento y desarrollo de las personas. La creación de este ambiente es claramente una responsabilidad social que debe asumir el Estado y que ha de partir del reconocimiento de la diversidad y del permanente cambio. Ahí pueden generarse conflictos y violaciones de derechos humanos que provocarán daños a veces irreparables y que tenderán a reproducirse en las siguientes generaciones. Siempre agradecido por la participación de extraordinarias maestrantes Karen y Rosario, el doctor Jesús y la doctora Elizabeth, rectora de UMA.