ITINERARIO POLÍTICO.
LO BUENO, LO MALO Y… LO PEOR.
RICARDO ALEMAN.
En las dos ediciones del 19-S mexicano –la de 1985 y la de 2017–, el gran protagonista ha sido la solidaridad ciudadana.
Y es que salvo “los negritos en el arroz”, y sin medir color partidista, clase social y/o militancia política, los mexicanos salieron a la calle para dar un ejemplo al mundo; el ejemplo de la solidaridad social.
Incluso, esa solidaridad con los damnificados y las víctimas del 19-S más reciente, hizo olvidar a todos –o casi todos–, que ya vivimos en plena guerra político electoral de 2018 y que esas batallas por el poder han enfrentado a los mexicanos.
Sin embargo, frente a la tragedia, la polarización política quedó atrás. Hoy no es tiempo de proselitismo, sino de solidaridad; no es tiempo de llevar agua al molino partidista de nadie, sino de llevar agua, medicinas, comida, víveres a los damnificados, a los socorrista y rescatistas.
Aún así, y además de lo bueno, en la sociedad mexicana también han aparecido lo malo y… lo peor. ¿Lo dudan?
1.- Lo bueno –y que incluso se podría catalogar como lo sobresaliente–, es la capacidad de respuesta de una sociedad como la mexicana que se sabe protagonista en las tragedias del 19 de septiembre de 1985 y 2017. Es decir,
miles de voluntarios de todas las edades y de ambos sexos, que sumaron voluntad y fuerza para colaborar en las labores de rescate, de remoción de escombros y de prevención de riesgos.
2.- Lo bueno es la respuesta ciudadana para entregar lo poco o mucho –según sus posibilidades–, en víveres, medicamentos, herramientas y, en casos como los recientes huracanes, entrega dinero en efectivo a distintas cuentas bancarias.
3.- Lo bueno fue el uso virtuoso de redes digitales, para pedir ayuda, para conectar a los seres queridos, para solicitar la colaboración social, para advertir de riesgos, para encontrar desaparecidos, para alertar sobre peligros inminentes y, en general, para comunicar a gobierno y sociedad.
4.- o bueno es la respuesta inmediata, siempre eficaz y profesional de instituciones como la Marina Armada, como el Ejército, la Policía Federal, los cuerpos de bomberos y Protección Civil.
Apenas el pasado 16 de septiembre, durante el desfile militar por las calles del centro de la ciudad, muchos ciudadanos aplaudían el paso de militares, marinos, policías, bomberos, rescatistas y efectivos de la Cruz Roja. En el momento más dramático del terremoto del 19 de septiembre del 2017, muchos ciudadanos recibieron, en medio del aplauso, a militares, marinos, policías federales, bomberos y rescatistas; verdaderos héroes anónimos.