Última llamada
Humanismo y dignidad
Gerardo A. Herrera Pérez
En el marco del aniversario del Hospital General de Uruapan “Dr. Pedro Daniel Martínez”, y a petición de la Dirección General y la Subdirección de Enseñanza del Órgano Autónomo de Derechos Humanos, se dictó conferencia magistral sobre “El humanismo en los servicios de salud y el trato digno”, la cual permitió precisar el enfoque con el que hoy se genera la atención en los nosocomios de Michoacán.
En el encuadre de la conferencia se precisó que el humanismo fue un movimiento filosófico, intelectual y cultural europeo surgido a finales del siglo XIV y principios del siglo XV en Italia, y que se basaba en la integración de ciertos valores considerados universales e inalienables del ser humano.
Esta corriente de pensamiento surgió en oposición directa al pensamiento teológico, donde Dios era el garante y el centro de la vida. Fue en este periodo cuando surge el Renacimiento y la imprenta; así como posiciones literarias en materia de política y otras ciencias, como el Príncipe de Maquiavelo, así como el texto la Utopia de Tomás Moro, líneas ideológicas de las cuales se impregna Don Vasco de Quiroga para después instrumentarlas en la Nueva España, justamente aquí en Michoacán.
El humanismo constituyen para del fortalecimiento de las bases históricas del derecho, y desde luego de los derechos humanos, que hoy más de 190 países centran su gobierno en la protección de los mismos. El pensamiento humanista es comprendido como una corriente filosófica antropocéntrica, que desplazo al pensamiento teológico.
A quinientos años de sus inicios el humanismo continua vigente, no obstante podemos observar que en estos tiempos posmodernos el mercado ha influido en la construcción ética de la población y en sus ideologías, las cuales han transformado los valores colectivos en individuales derivado del hedonismo, narcisismo, la libertad y el individualismo, persiguiendo el éxito y el lujo, con las consecuencias que podemos imaginar de evitar la colaboración, el compromiso, el respeto, la solidaridad.
Hoy también el humanismo, se opone a la opresión que viven cientos de trabajadores en precariedad y en actos permanentes de discriminación. La responsabilidad recae ahora en el hombre que a partir de su existencia debe ser responsable de sus decisiones, desestimando pensamientos personalistas o progresistas en exceso. A la luz de los hechos, la responsabilidad del hombre ahora se centra en la responsabilidad sobre el curso de toda la humanidad.
No obstante y pese a ello, nuevamente se requiere de posicionar el Humanismo a partir de reconocer que no es el hombre o lo antropocéntrico, sino la vida, lo ecocéntrico lo que debemos de privilegiar. Es un nuevo discurso que permita ser responsables de cuidar la Madre Tierra, la naturaleza, el medio ambiente, la biodiversidad, es decir cuidar de la vida, y de aquello que no tiene vida pero que da significado al proyecto de vida, al agua, al aire, y desde luego a la tierra.
En cuento a este posicionamiento es importante que el servidor público respete la dignidad humana de las personas que acuden a solicitar los servicios públicos, en ello, es fundamental conocer y proteger los derechos humanos, pero también la igualdad y no discriminación, actuar bajo un enfoque de perspectiva de género, e interculturalidad, con un enfoque de dialogo y de cultura de la paz.