El evangelio hoy

Choque de Cristo con los poderosos

La liberación de la corrupción, la mentira y opresión de los malos se logra con la sangre de los mártires.

En tu vida. Hay malvados entre nosotros, vienen con regalitos y promesas para utilizar a los humildes y pisar sobre ellos, chuparles la vida. Son lobos rapaces con piel de oveja, dice Jesús.

Dios habla. Los hombres, los pobres han sufrido siempre de la opresión, e injusticia de los poderosos que tienen intenciones secretas y perversas para dominar y enriquecerse, mienten.

Jesús viene a liberar a los humildes de los poderosos y soberbios que utilizan a los pobres para hacer riquezas, tener placeres bestiales, engordar y someter y dominar al pueblo.

Los poderosos del tiempo de Jesús quieren matarlo. El Evangelio de Mateo nos cuenta ese drama de Jesús, el gran desenlace. la pasión y resurrección, se acerca. Jesús entra a la gran prueba, el enfrentamiento con los escribas y fariseos y doctores, va a desembocar en el deicidio. Las autoridades corruptas del pueblo judío van a realizar su deseo diabólico de matar al Mesías de Dios.

La parábola de los viñadores asesinos es una profecía: la viña es el pueblo de Dios, los viñadores son los judíos perversos, soberbios, que se buscan a sí mismos y se aprovechan de los humildes. Dios los colma de bienes y ellos no entregan resultados.

Los enviados del dueño de la viña son los profetas y justos que vinieron a que los hombres volvieran a Dios, los judíos los sacrificaron. El Hijo es Jesús que los judíos sacaron de la ciudad y mataron.

Los católicos somos también los viñadores que recibimos todos los bienes de parte de Dios. No damos frutos, vivimos como paganos, cometemos todos los crímenes, viviimos sin Dios. Hay católicos asesinos, bandidos, secuestradores despojan al hermano.

Dios colma de bienes a su pueblo: desde siempre. Es la figura de la viña. “­ removió la tierra, quitó las piedras plantó vides selectas…”.… ¿Qué más pude hacer por ti, sin que yo lo hiciera?” Toda la Biblia canta las obras de Dios en el pueblo.

Pedro nos anima: “no se inquieten por nada . presenten en toda ocasión sus peticiones a Dios en la oración… Por lo demás, hermanos, aprecien todo lo que es amable y hermoso…”

Cristo en tu vida. No descuides los bienes de Dios, da frutos de fe.

Cristo en la misa. estudia su Palabra de Dios, comulga, da frutos.