El evangelio hoy

          La glorificación de Cristo

Matth, servidor de Cristo

Dios hace una gran alianza con la raza humana, se sella con la sangre de Cristo que lo glorifica, el Padre resucita a Cristo.

En tu vida. Muchos católicos están bautizados y van a misa, pero no han entrado en la Alianza que Dios les propone. Fuera del templo viven sin Dios.

La Cuaresma nos prepara a la gran Alianza de la muerte y Resurrección de Cristo en Semana Santa. Vamos a renovarla.

Dios habla. Hay que entrar en el proyecto de Dios, conocer la Alianza por la Palabra. Renovamos la alianza siguiendo paso a paso la pasión, muerte y resurrección del Señor.

 “Se acerca el tiempo, Dice el señor en que yo haré con la casa de Israel y la de Judá una alianza nueva… Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente… Yo seré su Dios… Todos me van a conocer”.

En Cristo se cumple el tiempo. El nos salva con sufrimientos indecibles: “aprendió a obedecer padeciendo… Se convirtió en la causa de salvación eterna para todos los que lo obedecen”. Invita a todos a seguir sus pasos. El que quiera servirme que me siga”.

Cristo llega la hora suprema de infinito dolor. Supera el miedo y la resistencia “pues precisamente para esta por un color esto hora he venido”. Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado… Padre dale gloria a tu nombre”.

Cristo glorifica el padre ofreciéndose como el cordero que derrama su sangre para sellar la Alianza. El Padre glorifica al hijo en aquel cadáver hecho garras y sangre: los resucita glorioso. Celebramos esto paso paso en el misterio pascual.

Debemos prepararnos para acompañar a Jesús en la semana Santa. Es tiempo ya de dejar actividades mundanas, placeres del cuerpo para ir purificados con Cristo.

Empezamos de hoy en ocho con la procesión de los ramos acompañando al Señor en su entrada en Jerusalén.

Cristo en tu vida. Hay que amar a Dios sobre todas las cosas, dejar todo y dedicarnos totalmente a él, viviendo el Misterio Pascual.

Cristo en la misa. La misa hace actual el misterio pascual de Cristo. Encuentra a Cristo en la Palabra, come y bebe de su  banquete.