El Estado fallido

El asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía en Chihuahua puede ser la gota que derrame el vaso en contra de la absurda y complaciente política de “abrazos y no balazos” implementada por López Obrador, ya que es rechazada y condenada por todos los sectores de la sociedad y por gobiernos y organismos internacionales.

Quien explotó contra esa política federal fue la Confederación del Episcopado Mexicano, quien tras la exigencia de ¡Ya bata!, denunció que el crimen se ha extendido por todas partes, trastocando la vida diaria de la sociedad.

Consideraron que “no es útil querer negar la realidad ni tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora”, puntualizaron los obispos integrantes del organismo rector de la Iglesia Católica.

Los criminales, agregaron, se han adueñado de las calles, de las colonias y de los pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas, así mismo afectan las actividades productivas en las ciudades y el campo, ejerciendo presión mediante la extorsión hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas.

Para Rectores y Directores del Sistema Universitario, el Gobierno mexicano ha perdido el control territorial lo que genera un Estado fallido, lamentaron que el Plan Nacional de Paz del Presidente López Obrador se haya reducido a la creación de la Guardia Nacional, de corte militar, que no ha servido para contener la violencia.

Muestran su preocupación por que en México la población está a la deriva, abandonados a su suerte, sometidos a la ley del más fuerte, sometidos a la ley de la selva, sometidos a la ley del secuestro, de la extorsión y del asesinato.

Donde también existe preocupación es en Estados Unidos, donde el Departamento de Estado, presentó un informe al senado que   asegura que de los 2,471 municipios con que cuenta México, 800 son manejados por los cárteles y otros grupos criminales, lo que ha prendido los focos rojos en la relación bilateral que no tarda en tener repercusiones negativas para nuestro país.

En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que su gobierno no cambiará su plan contra el crimen “ya que este es el camino” que ha dado resultados positivos en todo el país; o lo que es lo mismo, sálvese el que pueda.