Abanico
Dignidad humana y derechos humanos
Con el propósito de fortalecer el trabajo público que realizan los líderes comunitarios para la educación, de manera coordinada el CONAFE y su autoridad Mirna Iveth Bustos Vázquez, la organización Por amor a mi tierra Apatzingán OBC, y el Órgano Autónomo de Derechos Humanos, se llevó a cabo la capacitación para el reforzamiento del discurso público, con ejes transversales de respeto a la dignidad humana y de los derechos y libertades de las personas.
Trabajar temas relacionados con los derechos humanos, las libertades y la dignidad humana es un eje fundamental de la formación y profesionalización de los servidores públicos, sobre todo de aquellos funcionarios y servidores públicos que desarrollan sus actividades en el ámbito de la educación
Desde la reflexión, todos y todas las participantes, en su mayoría líderes comunitarios para la educación, con una actitud positiva y generosa, aprendieron que los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Se insistió que todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son universales, interrelacionados, interdependientes e indivisibles y progresivos.
Los Seres Humanos nacen con sus derechos, una vez que los humanos se reúnen en comunidad y hacen sociedad, adquieren obligaciones, de esta manera, los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los derechos humanos se encuentran ubicados en cinco bloques: derechos humanos de igualdad, libertad, seguridad social, seguridad jurídica y propiedad.
Los Estados asumen las obligaciones y los deberes (en este sentido el Estado mexicano), en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.
En materia de obligaciones tal como lo prescribe la Declaración Americana de los Derechos y Deberes las personas tenemos obligaciones, tales como; la instrucción, votar en procesos electorales, trabajar, colaborar y cooperar en las comunidades, pagar impuestos, entre otros.
También se abordaron los temas de igualdad y no discriminación, como la perspectiva de género, la multiculturalidad y la importancia de seguir trabajando con cultura para la paz. La paz no como ausencia de violencia, sino como la capacidad de que las personas puedan resolver sus conflictos en equidad, es decir, dar a cada quien lo que le corresponde. Igualmente esa paz, debe integrar elementos de diálogo, tolerancia, respecto, los valores y la convivencia.
La importancia y participación del personal institucional en las tareas de respeto a la dignidad humana son fundamentales para no violentar los derechos humanos y libertades de la población. Para finalizar, se reconoce la gran participación de las y los compañeros durante el proceso de capacitación hombres y mujeres, todos líderes comunitarios para la educación, con una actitud destacada, colaborativa, respetuosa, pero sobre todo que avanzan en el conocimiento de los derechos humanos.