Claroscuros/José Luis Ortega Vidal

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Entras al Coliseo “La Concordia” en Orizaba y el encuentro es abrupto…

Repleto de priistas -acarreados unos, viajeros por su cuenta otros- el Minotauro está presente…

Puntual, a las 12:00 horas el precandidato a la gubernatura José Yunes Zorrilla arribó a la puerta de cuadrillas y buscó el acceso al redondel…

La multitud hizo lento el paseíllo de bienvenida…

Junto a él caminaba Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI que esta semana podría ser relevado e integrado al gabinete de Enrique Peña Nieto.

Estábamos en un coso pero la analogía llegó de inmediato: Pepe Yunes arribó a un laberinto y no enfrentará a un toro…

Ungido candidato de la alianza PRI/PVEM enfrenta a un Minotauro…

Al monstruo mitad hombre mitad toro, hijo de Pasifae y el Toro de Creta…

A eso llegó: a ser despedido en hombros como el valiente que tomó la decisión más difícil de su vida…

Yunes Zorrilla es el equivalente a un Teseo jarocho nacido en Perote y se mueve desde ya entre caminos riesgosos sin el hilo de Ariadna destruido en los tiempos de Fidel Herrera, Javier Duarte y Enrique Peña Nieto…

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Algo importante hay en esta comparación con el mito griego.

La elección del primero de julio próximo es un Minotauro para todos…

En eso fue convertido Veracruz tras la condena a Pasifae y el castigo al Rey Minos, su esposo…

Los dioses tomaron la decisión por los engaños, los errores, los abusos, la corrupción, las debilidades, las ambiciones de todos: partidos políticos, hombres y mujeres de poder y un pueblo indiferente.

Ningún análisis es completo sin la autocrítica y la sociedad veracruzana tiene que mirarse en el espejo y reconocer su parte de culpa en el surgimiento del laberinto y la bestia que hoy nos horroriza: llena de muertes, vacía de empleos, sin perspectivas firmes de desarrollo…

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Pepe Yunes es el mejor candidato a gobernador de Veracruz, sin duda.

Lo es por su madurez, trayectoria política, formación académica y comportamiento personal basado en la honestidad.

El problema es el contexto: debe matar al Minotauro de múltiples rostros y luego salir del laberinto sin la ayuda del hilo salvador porque el PRI, su partido, se lo arrebató.

Esa impresión dejó el evento de su toma de protesta en Orizaba.

Sí, ahí estaban miles de seguidores…

Sí, ahí estaba una parte de la clase política que controla y maneja al PRI…

Sí ahí estaban las porras, las matracas, las batucadas y algunos de los poderosos de antaño: Emilio Gambia Patrón, Carlos Romero Deschamps, Héctor Yunes Landa, Juan Nicolás Callejas Roldán…

Una parte de la clase política tricolor veracruzana, ciertos operadores con muescas en la piel por tantas batallas electorales…

Pero también estaban las ausencias y muchos traicioneros que fueron -sin rubor- a recabar datos y pasarlos al enemigo.

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Para ganar el primero de julio Yunes Zorrilla requiere de una proeza…

Empezó bien, con estrategias que han dado resultado en una etapa pero sólo el transcurrir de los días determinará su alcance…

Empezó bien con alianzas internas, acuerdos, el intento por reconstruir un partido dividido pero también con fugas hacia otras fuerzas y el rechazo de invitados a candidaturas que no garantizan los triunfos de antaño…

La mezquindad política en todo su esplendor…

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Miguel Angel Yunes Márquez no tiene fuerza para derrotar al Minotauro, se guía con el hilo que teje su padre y ha entrado en el laberinto construido por Dédalo bajo la protección de una falange que responde con su futuro político por mantener a salvo al muchacho…

Cuitláhuac García Jiménez no suelta el hilo de Andrés Manuel López Obrador y día con día busca al oráculo para que le indique los pasos a seguir.

Sabe que una vez frente al parto de Pasifae sólo la espada pejiana podrá salvar su vida política.

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La política es el Yo y la Circunstancia, parafraseando a Ortega y Gasset…

“La Concordia”, en Orizaba, arrojó símbolos por doquier.

Poco a poco habrán de ser expuestos y analizados.

Pepe Yunes tiene el Yo pero lucha contra la Circunstancia adversa.

Ni Miguel Angel ni Cuitláhuac cuentan con el Yo pero a su favor está un rededor manipulado y el rencor social desatado por Fidel, Duarte y los 80 ladrones.

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La sociedad veracruzana debe entender que el Minotauro es un monstruo con rostro de partidocracia donde no falta ninguna sigla y que su verdadera destrucción obliga a la participación consciente de todos.

De otro modo el primero de julio el Minotauro puede no morir y quedaríamos encerrados en nuestro laberinto…

Sin Ariadna, sin su hilo y con nuestros Minotauros internos, los sociales y los individuales, devorándonos de 14 en 14, de 7 varones y 7 mujeres cada día de sacrificio hasta tiempos que serán inagotables…

Salir a votar, razonar, reflexionar, analizar ese voto desde ya, es la mejor defensa.

Construyamos el muro del voto pensante…

Combatamos juntos al Minotauro…