Ciudad Jardín enclavada en el oriente de la ciudad, es la torre vigía de la ciudad de Morelia; en otrora, un polígono de alta peligrosidad, hoy continua su crecimiento dando cabida a distintas familias que vienen del centro, sur y norte del País.

En Ciudad Jardín, el ejercicio de la diversidad cultural está presente; familias de Durango, Estado de México, Chiapas, Guerrero, Chihuahua, han llegado a cumplir con sus compromisos de vida, es decir, a construir un hogar para el desarrollo humano de la familia.

En esta zona de la ciudad, que observada desde el pensamiento de la complejidad, nos muestra cuanto puede aportar una comunidad a la construcción de la ciudadanía, así como al reconocimiento de la persona, de lo humano. Nos muestra que no se puede explicar la existencia de personas en este polígono de la ciudad, sino es mediante hacer conversar las partes y el todo, el todo con las partes y entre las partes, porque finalmente en Ciudad Jardín todos se interconectan.

Trabajar en Ciudad Jardín, no es solo una oportunidad de plantearnos nuevos paradigmas sociales en su beneficio, no, tal vez no, es más bien, como coadyuvar para empoderar a las personas en sus diferentes rangos de edad, es conocer que es lo que desean y ha donde tienen pensado ir, es coadyuvar en la construcción de sus aspiraciones y necesidades sentidas, es facilitar procesos de colaboración que ayuden a estos segmentos de población en condiciones de marginación y pobreza a encontrar a partir de su sabiduría los mejores caminos para su libertad y emancipación, para la toma de decisiones, para el buen vivir, del que nos hablan las comunidades indígenas de Ecuador.

En un crisol de culturas sociales, culturales y sexuales, conviven cientos de familias de Ciudad Jardín, lo hacen bajo el concepto de diversidad y con la esperanza de encontrar un mejor día, lo hacen bajo la esperanza a la que alude Ernesto Bloch, filósofo alemán.  

Bloch plantea que las cosas puedan cambiar, pero para ello, requerimos de la esperanza, que sea el motor de pensar lo nuevo, lo que aún no se ensaya, el coraje de soñar otro mundo posible y necesario. Es la osadía de pensar en utopías, que nos hacen caminar y no nos dejan parados en las conquistas alcanzadas y frente al fracaso nos hacen levantarnos para continuar en el camino. Superar obstáculos y enfrentar a los grupos opresores.

Trabajar bajo modelos y enfoques pedagógicos participativos y lúdicos, hacen horizontalidad, fue lo que hicieron Pedro Chávez y Gerardo Herrera, trabajar bajo esquemas de la más amplia participación social, actividades dinámicas y generosas, que pueden utilizar como herramientas cualquier miembro de la comunidad, porque de ellas se abrevan las aspiraciones y que traducidas en problemáticas, dan sentido para pensar en las ausencias de su discurso y atender a las emergencias que requieren para mejorar sus condiciones sociales.

Los resultados han sido los mejores, lo fueron de suyo, porque son importantes, y lo son, porque mujeres, hombres, casados, solteros, adolescentes, niños, niñas, jóvenes interpretaron con unas cuantas pinturas y hojas de rotafolio, sus sueños; Ciudad Jardín es un espacio de creatividad y talento, es un espacio que genera amor y respeto, es un espacio que piensa, se despiensa y se repiensa en la paz, en la tranquilidad, en la armonía, en el amor y la alegría; sus habitantes demandan las condiciones mínimas que los acerquen a disfrutar de un discurso de derechos humanos y libertades que aún no llega, ven la aspiración de tomas de agua en su domicilio, una pequeña clínica que pueda dar atención a la precaria salud de adultos mayores, de piquetes de alacranes y tarántulas, que de viabilidad a las personas frente a víboras que al llegar a ocupar sus espacios reaccionan, y que el desplazamiento para un hospital y sobre todo en la noche se dificulta, al no haber medio de transporte, ni ambulancia que pueda subir por la falta de vías de comunicación apropiadas y no de .

En Ciudad Jardín requieren de la luz pública, de esa luz que puede hacer la diferencia entre caer, resbalar, ser asaltado por encapuchados, o ser violentada en tu cuerpo y en tu dignidad, recordamos que Morelia tiene Alerta de Violencia de Género; Ciudad Jardín, también requiere de espacios públicos abiertos, áreas verdes, zona de juegos infantiles, canchas para el esparcimiento y el ocio, es decir, requiere todo lo que ahí no se tiene pero que en otras zona de esta gran urbe sí, generando una jerarquización y asimetría de los servicios públicos.

Esta zona de la ciudad requiere de los servicios municipales: calles, pavimentación, agua, luz pública, drenaje, clínica, escuelas de educación básica, seguridad, el mercado, que el servicio de recolección de basura sea regular, que pudieran generarse espacios para la construcción de contenedores de basura. Requieren de inversión para generar fuentes de empleo tanto para mujeres como para hombres. Igualmente es importante que en el diseño de la política pública se encuentren la generación de empleo ingreso, del emprendurismo, de la cooperación y el cooperativismo.

Ciudad Jardín requiere de acciones conjuntas en gobernanza para el manejo de sus desechos sólidos, requiere de hacer el ejercicio de las 6 “R”: reducir, reciclar, reutilizar, repensar, reestructurar, redistribuir; elemento que les permitirá formarse en una metodología que se aleja del concepto tradicional de “basura”.

Las mujeres madres de familia, o madres solteras requieren de guarderías para que sus hijos sean atendidos durante sus jornadas laborales. Para los hombres espacios para la atención de adicciones, para el alcoholismo, la drogadicción, el tabaquismo. Los hombres requieren de ayuda, y los hombres con familia y con discapacidad claman por un trabajo estable para estabilizar su vida.

Ciudad Jardín se plantea en lo estético y espiritual: la belleza del lugar,  la felicidad, la armonía social,  el cariño, la comprensión, es decir, la unión colonial, como ellos le llaman, o bien, la cohesión social con la confianza, la convivencia, la identidad y los valores sociales. El amor es lo que acerco a la población, el amor por la otredad y lo relacional es lo que permitió este ejercicio de respeto y construcción de ciudadanía.

Ciudad Jardín es un espacio donde viven personas que han llegado con la esperanza y la fe de que podrán vivir un mejor mañana en ese espacio que lo adornan las grandes rocas, y en las que  son un desafió las grandes subidas y bajadas, en ese espacio donde se construye la vida; ahí en Ciudad Jardín, se encuentran también los morelianos y las morelianas de hoy, las que llegaron y por el tiempo ahora son morelianos, y los que ya nacieron y que se enorgullecerán como lo hace quien escribe esto de la gran tierra que es Morelia. Así decimos que, Ciudad Jardín al Oriente, es Morelia