Teléfono Rojo

Y lo hace de manera silenciosa.

El bosquejo viene en el proyecto de presupuesto para el año próximo, donde sin mayor alarde se ajustan presupuestos y condiciones de operación de sus estaciones de radio y de televisión más emblemáticas.

No nada más eso.

Si en el pasado los gobiernos panistas privilegiaron el manejo de medios desde la Secretaría de Educación Pública (SEP), el del priísta Enrique Peña Nieto los regresa al control de la Secretaría de Gobernación (Segob), de donde quizá jamás debieron haber salido.

Es un cambio significativo.

La dependencia donde tradicionalmente había fijado la normatividad de cine, radio y televisión, bajo la supervisión de Miguel Angel Osorio Chong vuelve a estar pendiente de su contenido y de su manejo.

Es, obvio, una decisión de Los Pinos y el control será encomendado al subsecretario de Normatividad de Medios, Eduardo Sánchez.

Para ello se utilizará una plataforma creada durante la administración de Felipe Calderón, el Organismo Promotor de Medios Audiovisuales (OPNA), cuyo director Eduardo Carrillo deberá ser ratificado por el Senado de la República.

Pero la reestructuración dependerá de la Cámara de Diputados, única autorizada para fijar presupuestos y política de gasto público.

A los datos:

Las partidas de los canales 11 y 22 de Televisión, del Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y de Radio Educación descenderán 30 por ciento en promedio.

Perderán recursos en contraste con el OPNA, el cual pasaría de 98 millones de pesos durante el presente año a 162 para el próximo. 64 millones más.

Esta medida puede verse como debilitamiento de la columna vertebral del aparato de comunicación del Estado medios – los canales 11 y 22, el IMER y Radio Educación- o como fortalecimiento del organismo rector.

Hay una tercera opción, abierta por el propio gobierno: los dos órganos concesionados, el 22 y el Imer, deberán ampliar sus mecanismos de comercialización para contratar publicidad y poder sobrevivir con calidad.

En el caso del Canal 22 se le han reducido los subsidios sistemáticamente: fueron de 252.9 millones en 2012, bajaron a 231.4 en 2013 y serán de 200.9 en 2014.

Como de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) necesitará 332.7 millones de enero a diciembre próximos, deberá ir en pos de casi 132 por la vía de los anunciantes.

El secretario Luis Videgaray le llama “venta de servicios” para obtener “ingresos diversos”.

En tanto, el Imer -213.9 millones en 2012 y 211 en 2013- deberá completar su presupuesto de 232 millones con “venta de servicios” e ingresos diversos”.

No será el caso de Canal 11 y Radio Educación, cuya condición legal les impide acudir al mercado para mejorar su capacidad económica.

A ver qué hacen con ellos la SEP de Emilio Chuayffet y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de Yoloxóchitl Bustamante, damnificados de la nueva política de radiocomunicación del Estado y de este recorte presupuestario.

1.- Los factores de producción e industrialización del azúcar no están de acuerdo con el gobierno federal porque no les cuadran las cifras.

Dos de ellas: la obesidad se disparó a partir de 1995 pero de entonces a la fecha el consumo per cápita en México cayó un 20 por ciento, de 50 a 40 kilos al año.

Es uno de los argumentos esgrimidos por la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera, presidida por Juan Cortina Gallardo, ante senadores y diputados.

Ese organismo, el sindicato del ramo, el STIASRM de Adrián J. Sánchez Vargas, y representantes de los 55 ingenios debaten el nuevo contrato ley, cuyo emplazamiento vence el 15 de octubre.

Los amagos fiscales cambian las condiciones de negociación.

Y 2.- el análisis de la economía nacional va a un debate de fondo en la Cumbre de Negocios, programada del 20 al 22 de octubre en la ciudad de Guadalajara.

Bajo la organización de Miguel Alemán y del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, tendrá por título México. Nueva visión en el contexto internacionaly tiene prevista la asistencia del presidente Enrique Peña.

En ella se intentará ubicar cuáles sectores tienen mayor potencial de crecimiento, cuáles los desafíos y cuáles las soluciones.

Ojalá, porque los peores efectos de la crisis ya tocan a la puerta.