Indicador político
La noticia de la semana es que por fin se sentaron nuestros siempre muy chambeadores diputados a discutir que harán con la miscelánea fiscal de nuestro amado líder. No era para menos, es lo que se espera de ellos. Pues bien, queda claro que va a desaparecer el IVA en distintos rubros, incluidas colegiaturas y vivienda, lo cual generaría un boquete fiscal de no menos de 40 mil millones de pesos. Supongo que Peña ya no podrá comprarse ese peine de oro macizo que tanto se merece.
Esta buena nueva, que la clase media recibe con justa alegría, se enmarca dentro de otra cuestión no menos escabrosa: el deficiente desempeño de la economía mexicana durante el año en curso. En un informe semestral el INEGI reportó que que la economía creció sólo 1.1% durante el primer semestre semestres de este año, contra un 4.2 en el mismo periodo del año pasado. Quiero imaginar que fue con ese número en mente que Hacienda, bajo las riendas de Luis Videgaray, proyectó a principios de este año un crecimiento del 3.5% para el año 2013, e incluso la estimación de Banorte/IXE llegó a los hermosos 3.9 puntos porcentuales. ¿A que le tiras cuando sueñas mexicano?
Pero los cuentos, y las cuentas, siempre tienen sus reveses y es así que el mes pasado las estimaciones tuvieron que cambiar drásticamente. Hacienda las redujo del 3.5% al 1.7%, Banorte/IXE del 3.9% al 1.43% y BANXICO de un 3.67% a también un 1.43%. Monex por su parte se ve más pesimista y llega a presumir de un 0.5% de crecimiento para este año. ¿Por qué será que me acordé del inocente 7% de Fox para 2000?
Números, número y más números. Pero ¿qué ocasiona tan sombrío panorama? En primer lugar se menciona el subejercicio del gasto; por ejemplo la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción habla de un subejercicio del 37% en construcción. Otra causante es en definitiva el eterno vecino del norte y s desaceleración en la manufacturas, que ahora con el llamado “shutdown” gubernamental se vendrá a agudizar, al menos por un momento. Y para venir a empeorar el asunto Ingrid y Manuel, que perjudicaron a miles, no sólo dejándolos sin hogar pero que además perjudicaron principalmente al sector turístico.
El de la construcción es un asunto un tanto interesante. Si la crisis gringa del 2008 fue provocada principalmente por las deudas hipotecarias, esta situación fue provocada por que demasiadas constructoras se valieron de deuda para financiar su crecimiento. Nomás como dato, según el Índice Habita, que nos señala el comportamiento de las emisoras que se dedican a la construcción, estas empresas han registrado una pérdida del 89.6% en los últimos tres años.
Así el panorama, sigo teniendo mis dudas acerca de cómo le haremos para crecer, no digamos este año que está ya casi perdido, pero el próximo. Porqué con misceláneas fiscales y reformas de relumbrón dudo mucho que logremos salir de lo que parece ser una inminente desaceleración económica.