Números de escándalo
ASPIRANTES EN EL PRI. El ex alcalde David Zamudio no ocupó de balsas para nadar. Él mismo se ha venido auto-destapando como aspirante a repetir como Presidente Municipal de este puerto por las siglas del PRI. Pero no es novedosa la intensión del ahora nuevamente priísta, de hecho lo viene diciendo desde hace tiempo. De tanto repetirlo, ya despertó comentarios de todos colores y sabores entre tricolores de otros partidos y de sin partido. Pero la mayoría de esas voces no favorecen a las intenciones del ex alcalde. Por supuesto que David Zamudio puede ser candidato del tricolor y por supuesto que puede resultar ganador de la próxima elección. Zamudio no es un novato en la política y está obligado a mostrar un comportamiento como experto que debiera ser a estas alturas. Hay quienes creen que no lo está demostrando y que al contrario, se muestra como si fuera su primera vez.
Dicen los que saben que en la política “la forma es fondo”. Luego entonces, las formas cuentan y en esas formas, llámense conductas, son las que los ciudadanos toman en cuenta para medir y valorar la personalidad, y la humildad, de los políticos. El ingeniero y empresario, desde que tuvo la osadía de renunciar al PRI y pasarse al PAN, y luego regresar al tricolor, no le reconocen mayor actividad política que le permitiera mantener abiertos los caminos en el priismo porteño. Cierto, el tricolor carece de liderazgos, al grado que sus grupos están prácticamente desintegrados o disminuidos en convocatoria. Existe pues terreno fértil para sembrar y cultivar, pero mucho ojo, se habrá de cosechar la semilla sembrada. Hasta ahora, el ex alcalde tiene para el solo el reto de aprovechar da debilidad grupista del priísmo, y le sería más productivo ponerse cara a cara a los que pretenda conquistar, porque a base de anuncios solo despierta suspicacias y agrias respuestas. La debilitada estructura del tricolor favorece no solo al ex alcalde, sino a quien en este momento se proponga construir y recomponer las diseminadas fuerzas. El priísmo local está debilitado pese a que sumó votos en favor de la gubernatura con Fausto Vallejo en el 2011 y a la vez que hizo elevar la votación en favor de Enrique Peña Nieto. Pero a los tricolores les sigue pesando, y mucho, haber repetido la derrota para la presidencia municipal. Es decir, no hay cambios a su favor con los dos triunfos, lo que deja más que claro que la alcaldía es y será siempre la miel para quienes la obtienen y la hiel para quienes la pierden. Hasta ahora, los auto destapes del ingeniero Zamudio son alientos para sí mismo, pero hasta ahora no parecen animar a sus ex partidarios. Pareciera que es una estrategia del ex alcalde que el eco de sus intenciones le arrimen por si solo a seguidores. Puede que sí logre sumar a unos y que estos sirvan para extender su mensaje, pero habrá también, como ya los hay, los que se expresen en sentido contrario y ambas líneas irán creciendo dificultando el propósito que busca. Y sin embargo, en este momento de crisis en el tricolor, David Zamudio puede hacerse de la candidatura, pero tendría que analizar a qué costo, y serían altos los riesgos de no lograr los votos para recuperar el municipio. Nadie podrá negar los logros administrativos y financieros que arrojó el gobierno que encabezó David Zamudio. Pero además de que es historia casi olvidada, el saneamiento que presume de las finanzas y el orden interior de aquella su administración, no son ahora el espejo para que en él se puedan ver el rostro los ciudadanos electores. Zamudio dice públicamente que su pasión por repetir como presidente lo llevará a especializarse fuera del país para rendir mejores resultados a los cardenenses. Solo él sabe si ocupa de más estudios para encabezar un mejor gobierno. Solo él sabe también si en el estado y su país no hay adecuados espacios para alcanzar su meta en conocimientos. En el mejor de los casos, podría evitarse comentarios si guardara para sí mismo la estrategia. Política y partidistamente, al ex alcalde le afectó la distancia que puso con el priísmo del puerto, y en lugar de acercamiento para la reconquista, parece empeñarse en lo contrario.
OTROS ASPIRANTES. Con todo y el desánimo al interior del priísmo, ya se habla de otros aspirantes y van nombres que van de voz en voz. Gonzalo González, Jaime Valencia y Rodimiro Barrera. ¿Puede alguno de ellos convertirse en candidato? Por supuesto, ellos u cualquier otro, y no solo candidato, puede que incluso ganen la contienda. Pero es el PRI el que tiene menores posibilidades de rescatar los espacios perdidos, y hasta puede perder los que ha ganado. Cualquier ciudadano más o menos enterado de la política dice que si este año fueran las elecciones, el PRD se alzaría con victorias indiscutibles, por lo menos en lo que toca al municipio y Distrito local. Y es que hay que tomar muy en cuenta que los ciudadanos pueden estar renegando del papel de un gobernante, pero no están renegando de un partido, sea cual sea. Es decir, que es erróneo desde ahora apostarle a la derrota del PRD por el hecho que la administración no estuviera cubriendo las expectativas esperadas. Pero además hay otro ingrediente que nadie pasará por alto y los mismos priístas lo reclaman: hasta ahora, no mantienen contentos a los electores ni el gobierno federal de Peña Nieto del PRI, ni el gobierno del estado que también es del PRI, ni el gobierno municipal que repitió por el PRD, ya sea por las circunstancias de cada uno, así sean las explicaciones o pretextos con los que se arropen, lo cierto es que en las filas de todos los partidos y los sin partido no aplauden el trabajo rendido de los gobernantes. Y es que en todos los niveles se nota que es enorme el desgaste que resulta del diario negociar con los oponentes, y luego, que en el seno de los partidos están al día las confrontaciones, y todo por el peso y ambición de los grupos de tener el poder al servicio de sus intereses. ¿Tendrán razón quienes pugnan por darle espacios a experimentar un proyecto de coalición? De entrada sería más barata la campaña, un solo proyecto, un gobierno conjunto, y muchos ojos vigilando el gasto y los ingresos. ¿Sueños? Los aspirantes sueñan para ellos, hay que obligarlos a que la realidad alcance a todos. PAVIMENTO. El pasado viernes el Gobernador con licencia, Fausto Vallejo, sostuvo encuentro privado con el Secretario de Gobernación y en cuya reunión se pavimentó su retorno al cargo al para el que fue electo por los michoacanos. ¿Cuándo? Entre el viernes y lunes próximos. Jesús Reyna retorna a su anterior responsabilidad. HASTA LA VISTA