A diario millones de niños alrededor del mundo reciben Ritalin tras haber sido diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Los niños con TDAH tienen dificultad para concentrarse; además de bajos niveles de dopamina. Al igual que la cocaína, el Ritalín es un estimulante que aumenta los niveles de dopamina y pone alerta a sus consumidores. De hecho ambos compuestos son tan similares que al llegar a edad adulta y dejar de recibir Ritalín muchos de estos niños comienzan a utilizar cocaína (1).

 

Hace ya dos meses Graciela Elizalde, de ocho años de edad y quien sufre un tipo grave epilepsia, fue beneficiada con una decisión judicial que permite importar, para su caso especifico, un medicamento derivado de la marihuana. Dicho medicamento es fabricado a base de un compuesto llamado Cannabidiol (CBD) que aunque es extraído de la marihuana no tiene efecto psicoactivos. Mientras que el Ritalín es de libre receta a pesar de su similaridad psicoactiva con la cocaína, el Cannabidiol no lo es; aunque no ponga pachecos a sus consumidores.

 

A principios del siglo pasado algunos inmigrantes mexicanos hacia los Estados Unidos llevaron consigo no sólo el sueño americano pero un gusto por la marihuana desconocido para los gringos. A pesar de que la cannabis formaba parte del dispensario médico de los gringos, y que incluso fue listado en su farmacopea (documento publicado por el gobierno o alguna asociación médica y que permite distinguir entre diversos compuestos medicinales), el término marihuana les era desconocido y esto aunado a una fuerte xenofobia contra los inmigrantes mexicanos derivó en la prohibición de la marihuana en 1937. Para los 70’s el buen Nixon colocó a la marihuana en el más alto rango de persecución federal: aseverando con esto que sus efectos psicoactivos son en extremo dañinos y negando absolutamente sus capacidades medicinales.

 

En unos cuantos días Colombia podría estar legalizando el uso medicinal de una planta que ha sido utilizada por el hombre desde hace 12’000 años (2). Fue utilizada como medicina por los chinos en el III siglo A.C., y también utilizada por griegos, romanos, egipcios, indios e incluso musulmanes. Los doctores islámicos de la edad media, precursores de la medicina moderna, la utilizaron contra la epilepsia, la inflamación, el dolor y las naúseas (3). Es preciso aclarar en este punto que existen dos variedades de marihuana, la que tiene propiedades psicoactivas (Cannabis Sativa) y la que tiene propiedades medicinales (Cannabis Sativa L.); incluso si la Corte hubiese negado el derecho de los mexicanos a ponerse pachecos, una discusión seria sobre la marihuana medicinal podría y debería tomar lugar.

 

Mientras aun persiste la discusión sobre los riesgos que puede traer a la salud el uso “recreativo” de la marihuana (como problemas de memoria, aprendizaje e incluso esquizofrenia, depresión, alucinaciones y ansiedad) lo cierto es que tras 12’000 años de historia; 78 años de prohibición han demostrado ser más dañinos. Basta ver la cantidad de muertos producto de la no-guerra de Calderón contra el narco.

 

La cannabis merece una discusión a la altura, con ella se fabrican textiles, papel, materiales de construcción, tinturas, barnices, suplementos y productos de cuidado personal, se tratan diversas enfermedades desde hace al menos 5’000 años y es utilizada en India, Nepal y Jamaica con fines religiosos, llegando a ser considerada en el Atharva Veda (libro de la religión hinduista) una de la 5 plantas sagradas (4). Es simplemente algo más que un “estupefaciente”.

 

Lamentablemente como buenos mexicanos empezamos todo por el rabo y lo dejamos a medias, la resolución de la Tremenda Corte de la semana pasada es un claro ejemplo. Un tema de este tipo merece una discusión consensuada entre todos los actores pertinentes que legalice el uso medicinal y pacheco de la marihuana, ofrezca alternativas a sus consumidores en lugar de criminalizarlos y permita el uso industrial de la planta pero lo único que hemos logrado es que cuatro ciudadanos mexicanos puedan ponerse pachecos aunque en realidad no consuman la planta. Basicamente ni marihuana medicinal (que es más importante) ni libertad universal para consumirla por placer.

 

 

  1. Ritalin and Cocaine: The Connection and the Controversy, http://learn.genetics.utah.edu/content/addiction/ritalin/
  2. Marijuana’s History: How One Plant Spread Through the World, http://www.livescience.com/48337-marijuana-history-how-cannabis-travelled-world.html
  3. The Therapeutic Use of Cannabis sativa (L.) in Arabic Medicine, http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1300/J175v01n01_05
  4. The religious and medicinal uses of Cannabis in China, India and Tibet, https://www.cnsproductions.com/pdf/Touw.pdf