Indicador político
Casi está por finalizar el año y aun no sabemos con precisión cual ha sido el impacto de la reforma fiscal aprobada el año pasado y que se echo a andar en enero del presente.
Hay varios sintomas que se pueden observar a pesar de la falta de cifras oficiales. Por ejemplo, en el caso de la industria botanera las ventas cayeron en alrededor del diez porciento entre las grandes empresas y hasta en un 40 porciento en las pequeñas durante el primer semestre. Al respecto el vicepresidente de la CANACINTRA, Juan Pablo Fueyo, señaló que debido al gravamen a refrescos y botanas el gobierno federal ha recaudado alrededor de 15 mil millones de pesos.
Por otro lado el llamado Régimen de Incorporación Fiscal, que sustituyó a de pequeños contribuyentes, tiena ya alrededor de cuatro millones trescientos mil contribuyentes, de los cuales cerca de ochocientos mil son nuevos contribuyentes. Aunque el efecto preciso de la transición aun no queda claro lo cierto es que el cambio ha estado generando inquietud entre los nuevos obligados. En respuesta a ello el gobierno federal creó el programa Crezcamos Juntos que plantea capacitar a los contribuyentes sobre el nuevo régimen.
Otro de los grandes efectos de la reforma lo ha sufrido la zona fronteriza que durante mucho tiempo gozó de una tasa del IVA menor, misma que tenía como intención permitir a la región competir con y para el mercado estadounidense. Con la homologación del IVA al 16% varios sectores han sufrido perdidas y han recibido la promesa, particularmente de panistas, de una regresión hacia la tasa anterior del 11%. Se reporta que en Tijuana han cerrado 24 restaurantes víctimas de la homologación y hay quienes incluso hablan de una “recesión” en la zona.
Sin embargo para muchos el verdadero efecto se observará el próximo año al presentar la correspondiente declaración anual. Como apunta Leobardo Brizuela, presidente del Instituto Mexicano de Contadores Publicos, durante la declaración anual los obligados se enfrentarán a un impuesto sobre la renta del 35% y a un importante tope en las deducciones personales.
Lo curioso de todo es que la reforma fiscal, como toda reforma fiscal, ha perjudicado a la economía en distintos planos y dimensiones pero no queda claro si ha ayudado al gobierno a obtener más recursos. Aunque en temas como este no se pueden esperar resultados rápidos. Al respecto queda claro que el gobierno federal espera lograr una mayor recaudación en el transcurso de los próximos años, recordemos que el régimen de incorporación prevé un cobro gradual de impuestos en una temporalidad de diez años partiendo de una tasa cero.
El asunto de inquietud para un servidor es que mientras hacienda logra aumentar la recaudación fiscal el gasto público se sigue financiando con ingresos petróleros y deuda pública. De algún lugar tiene que salir el dinero para los programas asistencialistas como los utiles escolares de mi sobrina.